Como si fuera un funeral y con el tic toc del reloj retumbando en sus oídos, Carlos Pólit y sus familiares se sentaron en los asientos ondulados azules que estaban afuera del salón 11-3, que durante dos semanas y dos días sirvió para destapar las crudas realidades en una de las tramas criminales más resonadas de los recientes años en Ecuador.

Nadie se atrevía a emitir tan siquiera una vocal y, en cambio, parecían aferrarse a un Dios para que el excontralor saliera de alguna forma de este juicio en la Corte de Miami.

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Algunos de los familiares, sin conocer el veredicto del jurado, entrelazaban sus manos y balanceaban su tronco superior hacia adelante y hacia atrás. Los rostros de preocupación fueron evidentes.

Como si fuera un mal presagio, la salida de uno de los ayudantes de la jueza Kathleen Williams a llamar a unas personas a la sala, inquietó de sobremanera a una de las familiares, que con su angustia casi cae perpleja en el suelo.

El mensaje del veredicto llegó y, como si fuera un batallón militar, todas las personas asistentes al juicio entraron al recinto, uno detrás del otro con la expectativa: ¿qué decidió el jurado? La familia de Pólit, sentada detrás de él, buscaba apretarse las manos, mientras él se mantuvo sentado para ver entrar a las personas que decidieron su futuro, mientras él escuchaba la decisión final, esta vez, sin el auricular que usó durante todo el juicio para escuchar la traducción.

“Culpable… culpable… culpable… culpable… culpable… culpable”. Los seis cargos por conspiración por lavado de activos y transacciones con bienes derivados de actividades criminales tuvieron la misma respuesta por parte del jurado.

Pólit, como si ya supiera la decisión de tiempo atrás, no mostró un rostro diferente a la seriedad que siempre manejó, mientras su familia, como si estuviera en una iglesia, postró sus cabezas ante el suelo en señal de derrota.

El excontralor Carlos Pólit fue encontrado culpable por conspiración por lavado de activos, movimiento de dineros por transferencias a Plastiquin y Cosani a la cuenta de Ventura Overseas, manejada por John Pólit, compra de bienes y remodelación de una casa en Estados Unidos con ese dinero.

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Y como si fuera un presagio, Carlos Pólit llegó a la Corte de Miami con un vestido azul y diferente al que había utilizado en todos los días de las recientes dos semanas. No fue directo a encontrarse con sus abogados y familia, sino que decidió caminar por las calles cercanas. De los últimos rayos de sol que iba a recibir y la última bocanada de aire con sabor a libertad.

Este martes, el jurado decidió declararlo culpable por los seis cargos sobre conspiración por lavado de activos y transacciones con bienes derivados de actividades criminales. Él recibió la decisión de manera tranquila, como nunca se le vio durante las dos semanas del juicio.

Una vez se conoció la decisión del jurado, la Fiscalía solicitó su detención inmediata, acusando que existe un riesgo de fuga del excontralor, algo que ya había hecho cuando salió de Ecuador conociendo la posibilidad de una detención. Además, el fiscal Alexander Kramer aseguró que todavía no le han podido rastrear dinero en efectivo.

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Y la petición fue aceptada, en medio de la parte final del juicio, tres oficiales del US Marshall (Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos) hizo presencia en la Corte para ponerle sus esposas y llevarlo directamente hasta el Centro de Detención Federal, que queda justo al frente de la Corte de Miami.

Pólit, sin presentar oposición prefirió quitarse su chaqueta y corbata y cooperar con los alguaciles y salir por una puerta diferente a la que todos entran. Su castillo se derrumbó.

Finalmente, la jueza del caso, Kathleen Williams, tiene un plazo de 45 días para definir la sentencia en contra de Carlos Pólit y determinar cuál será su pena.

Fueron dos semanas en las que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos llevó a sus mejores testigos y pruebas para poder culpar a Pólit y así convencer al jurado, que entendió estos movimientos ilícitos.

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