
El nacimiento de una nina alegra la vida de refugiados en albergue
Una recién nacida es la alegría de los improvisados residentes del coliseo del colegio Margarita Cortés, en Esmeraldas. El lugar alberga a decenas de damnificados que fueron evacuados de sus viviendas ante las lluvias registradas hace una semana.
La pequeña pasa sus primeras horas junto a sus familiares, en medio de un área común en la que la solidaridad ha comenzado a fortalecer los lazos de las familias albergadas.
La niña duerme en el regazo de su madre, que guarda reposo en una cama, bajo uno de los arcos de fútbol del escenario deportivo. La llegada de la bebé ha borrado la tristeza de su progenitora, que perdió todas sus pertenencias por las inundaciones del 25 de enero pasado.
La mujer vivía en la isla Luis Vargas Torres y su casa se inundó por la creciente del río Esmeraldas. Ese día, con nueve meses de embarazo a cuestas, fue rescatada en una canoa y llevada al lugar de acogimiento.
En el coliseo la mujer tuvo las contracciones y fue llevada al hospital donde le hicieron una cesárea. Hoy, la menor les ha infundido a todos la idea de que la vida debe seguir con esperanza. EC