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Kiev
La imagen parece un rodaje de películas post apocalípticas con cientos de coches quemados hasta el esqueleto, tras los ataques rusos. NUNO VEIGA /efe

Una resolución humanitaria pide fin a la agresión de Rusia

La ONU confirma más de 1.000 víctimas civiles tras un mes de guerra en Ucrania. Volodímir Zelenski dijo que ciudades viven escenarios catastróficos

Un total de 140 países votaron ayer en la Asamblea General de la ONU una resolución que demanda a Rusia “un cese inmediato de hostilidades contra Ucrania, y en particular cualquier ataque contra civiles y objetivos civiles”. Solo cinco países votaron en contra, mientras que 38 se abstuvieron.

Este resultado muestra que el rechazo de la comunidad internacional contra la invasión de Rusia del territorio ucraniano es casi similar al mostrado el pasado 2 de marzo, cuando se aprobó con 141 votos a favor otra resolución que “deploraba” la agresión rusa y pedía su cese inmediato.

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Una resolución que Sudáfrica promovía en paralelo y que no mencionaba el papel de Rusia en la guerra, con el argumento de que había que ‘despolitizar’ las cuestiones humanitarias, debía a votarse a continuación, pero los delegados (por una mayoría de 67 votos contra 50) rechazaron llevarla a consideración.

La sesión de ayer en la asamblea es la segunda derrota diplomática que sufre Rusia, que ayer vio otra ‘resolución humanitaria’ presentada por sus diplomáticos en el Consejo de Seguridad rechazada al haber sido apoyada únicamente por China, mientras que los otros trece miembros del Consejo se abstuvieron.

La guerra de Ucrania ha dejado ya 3,67 millones de refugiados y 6,5 millones de desplazados internos, el mayor movimiento humano en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y las imágenes de escuelas, teatros y hospitales bombardeados han llevado a la comunidad internacional a buscar acción -al menos diplomática- para exigir respeto a los principios humanitarios.

Mientras tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que Rusia debería ser expulsada del G20 debido a su invasión de Ucrania y advirtió de que su Gobierno “responderá” si Moscú usa armas químicas en territorio ucraniano.

Los temores sobre un posible uso de armas químicas o biológicas por parte de Rusia en Ucrania centraron parte de las conversaciones en la cumbre extraordinaria de la OTAN en Bruselas y los aliados consideraron que esa medida “sería inaceptable y tendría graves consecuencias”. Biden dijo que Estados Unidos y sus aliados decidirían “en su momento” qué respuesta darían a ese posible uso de armas químicas por parte de Rusia.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió de que un ataque químico ruso en Ucrania “cambiaría enormemente la naturaleza” de la guerra que allí se libra y podría afectar también a países aliados vecinos, sin querer especular sobre si ello motivaría una reacción de defensa de la Alianza.

Rusia aseguró ayer que sus fuerzas han tomado el pleno control de la localidad de Izium, en la región ucraniana de Járkov, donde en los últimos días se registraban intensos combates. Un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia dijo que la aviación rusa destruyó 60 objetivos militares en Ucrania, incluidos cuatro depósitos de armas y dos drones.

La marina ucraniana asegura haber destruido un buque ruso de desembarco de tropas atracado en el puerto de Berdiansk, en el sur del país.

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que tras un mes de combates, ciudades como Mariupol, Járkov y Chernígov viven escenarios catastróficos y es posible que a la guerra le siga una crisis alimentaria global.

Tras la ofensiva rusa en Ucrania, la destrucción de ciudades y pueblos es contundente. La población civil se ha convertido en el principal objetivo de los ataques en Kiev, la capital, en Járkov, la segunda ciudad del país, o en Mariupol, situada en la zona costera del mar de Azov. Según la ONU, los muertos superan el millar. La incertidumbre es latente y nadie sabe cuándo pararán los combates.