
Nuestra querida Guayaquil ha logrado muchos adelantos, sin embargo no tiene suficientes servicios higiénicos públicos, lo que constituye un problema para la salud de sus habitantes y una mala imagen. Ante esta circunstancia, los transeúntes orinan donde pueden con el riesgo de ser sorprendidos por los policías municipales y llevados al retén municipal para los juzgamientos.
Un tramo de la av. Velasco Ibarra, frente a la parte baja de la Cdla. Bellavista, que no tiene casas, se ha convertido en urinario público durante el día y la noche, ¡qué deprimente!
Parece mentira, pero ciertos restaurantes no prestan los servicios higiénicos a los clientes, porque aducen que están dañados o no les da la regalada gana para no tener la obligación de asearlos, como sucede con una cafetería y panadería que está situada en Vélez y Pedro Moncayo, frente al parque Centenario.
¿Y dónde están los inspectores municipales? Algunos de estos establecimientos cobran 20 centavos de dólar a quienes necesitan de estos servicios.
En los mercados municipales siempre ha habido servicios higiénicos y está muy bien que los sigan manteniendo, pero en el Mercado Central cobran 10 centavos por usar los urinarios.
Lic. César Burgos Flor