Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

“La Contraloria esta con Dios y el diablo”

La Comisión Nacional Anticorrupción tiene en la mira a la Contraloría General del Estado. Uno de sus integrantes, Jorge Rodríguez, asegura que la entidad nunca especifica culpables de las irregularidades. Él habló con EXPRESO sobre las limitaciones en los órganos de control

¿Cuál es su criterio sobre la actuación de la Contraloría en los temas de corrupción?

Yo creo que el contralor es un excelente empresario con domicilio en el extranjero. Mejor papel haría como representante de los ecuatorianos residentes en los Estados Unidos. Es un hombre bueno, simpático, es una persona que se lleva bien con Dios y con el diablo y está al mando de un organismo de control con mucho poder desperdiciado.

La Contraloría critica a los asambleístas porque, según sus representantes, no hay una verdadera lucha contra la corrupción.

Yo también critico, entonces, a la Contraloría. Si bien, entre sus logros están cerca de 2.000 informes estableciendo responsabilidades administrativas, civiles y penales, ninguno apunta con el dedo a aquellos funcionarios que se han enriquecido en este tiempo. A pesar del número de informes no hay un solo preso por efectos de esas acciones. El contralor deja que en las demás instancias, que son posteriores a su verificación, se difieran o se archiven todos los procesos.

¿Quiénes están fallando? ¿La Contraloría, la Fiscalía?

Todos los organismos de control. Lastimosamente cuando esos organismos sirven a Dios y sirven al diablo tenemos lo que actualmente vivimos. El control de una sola persona a todas las funciones del Estado ha hecho que tengamos funcionarios que no cumplen adecuadamente sus atribuciones.

¿Falta de protagonismo de la ciudadanía?

Así es. Creo que la economía del miedo, que se vive hoy, es uno de los instrumentos más importantes para cerrar la boca a aquellos que se decían ciudadanos pero que perdieron la ciudadanía. En todas las instancias del Estado no existe el acceso ni el poder para ejercer la ciudadanía que determina la Constitución.

¿Cómo leer las conclusiones que hace sobre las declaraciones patrimoniales?

Considero que el secreto en los exámenes especiales hechos a los asambleístas es un derecho a la inmoralidad. Es una forma, de quienes no son éticos, de ir legislando en el transcurso del tiempo justamente para esconder aquellos actos que van en contra de la moral pública.

La Asamblea decidió que estas declaraciones sean públicas ¿Usted es partidario?

Eso es lógico. Les estamos haciendo un encargo público de tal manera que también sus actividades deben ser públicas y conocidas por la ciudadanía.