
El juguete si importa
El ideal no es el de moda ni el más caro, sino el que divierta y ayuda a su hijo a desarrollar destrezas.
“Al comprarlos se cometen errores, se prefiere lo bonito y no lo útil. Por eso considere tres aspectos básicos: Que no contenga partes peligrosas, que la edad indicada no sea lejana a la del infante (en menores de 1 año siga la aconsejada, cada mes es diferente al otro). Y que mejore su motricidad fina y gruesa, cognición, socialización, lenguaje e inteligencia emocional.
No los llene de juguetes, después los daña, porque no sabe a cuál prestarle atención, eso lo sobreestimula, le trae estrés y frustración”, indica Cristina Suárez, licenciada en Ciencias de la Educación (@sembrandojuntos, @maternalTippyToes), quien a continuación nos da opciones según las edades.
Alternativas
0 a 3 meses: Prefiera los que estimulen sus sentidos, por eso use tarjetas o juguetes con colores de alto contraste (blanco y negro, rojo y negro, rojo y blanco). Ponga el objeto a no más de 10-15 cm y muévalo despacio, de un lado a otro, para que lo siga con la mirada.
3 a 6 meses: El clásico juego de llaves de plástico o uno colorido que tenga objetos colgantes para alentar el agarre con cada mano y ambas cuando pone el juguete en la línea media del cuerpo (pecho, barriga).
6 a 9 meses: Artículos de 10-12 cm de alto que le permitan sentarse: caja de insertar figuras geométricas, torre de aros, etc. Llamativos y que pueda sonarlos o tengan luces, que los inicie al arrastre y luego al gateo.
9 a 12 meses: Los de causa y efecto. El niño hace una acción y el juguete otra: inserta pelotas por un lado y salen por otro. Carros de arrastre para empezar la caminata con ayuda. Juguetes de balanceo (caballos mecedores).
12 a 36 meses: Al año inicia su independencia, unos caminan, otros en proceso, por eso que usen juegos grandes (subir y bajar escaleras, resbaladeras) que impulsen la imaginación y motricidades (carros, muñecas, cocinas, pelotas, instrumentos musicales, rompecabezas) y que los compartan con otros niños. Tarjetas con imágenes para estimular su lenguaje (a los dos años este se desarrolla, más exposición del niño a palabras nuevas, repeticiones, más éxito).
3 a 9 años: Desde los 3 son más sociables y entienden mejor los juegos. Ofrézcales los de mesa, son sencillos, y aumente la dificultad a medida que crece. Los de turnos desarrollan su paciencia y amplían su inteligencia, lógica y razonamiento (monopolio, el de serpientes y escaleras, scrabble). Los simbólicos o inventivos cautivan su atención (jugar a la escuela, a policías y ladrones, a la casita), para ello hay disfraces y juguetes de todo tipo.
A partir de 9 años: Les suelen obsequiar tabletas, celulares y videojuegos, pero deben ser controlados en contenido y tiempo de uso (tetris y demás juegos de observación y lógica son aconsejados). Ud póngase creativo y guíelo a preferir juegos al aire libre, tomar clases de música, etc.