La posibilidad de que en pocas semanas el plan de vacunación que ejecuta el Gobierno dé frutos, emociona a los empresarios vinculados con la industria del turismo. Pero también los asusta. El temor proviene de que tras el fin de la moratoria que ha impuesto la emergencia sanitaria, sus deudores -SRI, IESS, entidades financieras, operadores de servicios básicos- comiencen a golpear sus puertas en un tiempo en el que ellos siguen desfinanciados. Aquello es un riesgo real y muy próximo, según los representantes de los gremios, que agrupan a dueños de hoteles, de restaurantes y prestadores de servicios vinculados al mundo del turismo.

Existe la posibilidad de que el actual Gobierno haga lo que el anterior no hizo: dar respuestas a la crisis que enfrenta el sector a causa de las restricciones por la pandemia. Por lo menos así se lo anunció en tiempos de campaña, por lo menos así habría quedado sentado esta semana, tras la reunión del ministro de Turismo, Niels Olsen, con los representantes de estas organizaciones.

“En la reunión hemos entregado un par de documentos cuyo insumo lo hemos ido recabando a lo largo de la pandemia”, dice Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador. Se refiere al proyecto Ley Orgánica de Incentivos al Turismo y al pedido que hace la Empresa Pública Municipal de Turismo para que se incluya a la industria de reuniones en la nueva ley.

El encuentro del lunes generó un ambiente de optimismo. Gloria Gallardo, quien preside la Empresa Pública Municipal de Turismo, asegura que la aceptación del ministro Olsen de sumarse como miembro del comité Juntos por la Reactivación del Turismo del Gran Guayaquil, implica que “este Gobierno reconoce que su aporte es determinante para la reactivación de esta industria”.

El ministro Olsen anunció en los días previos al cambio de mando que en 60 días tendría una propuesta de ley que declarase al turismo como política de Estado e incluya incentivos.

En la oferta de campaña, la candidatura del presidente Lasso presentó 10 puntos para salvar esta actividad. Entre estos, que se iba a promover un descanso tributario -exoneración del cobro y pago del IVA por tres años-, el descuento del impuesto a la renta de las pérdidas del 2020 y 2021 por 10 años. Se plantearían planes de pago con el SRI y IESS. Todo esto sería parte de la nueva ley de la que habla el ministro Olsen, cuyo plazo comenzó a correr hace un mes. EXPRESO solicitó una versión sobre esta reunión y sobre el avance de la ley al ministro, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

“Lo que no tenemos es tiempo y esto es un pasito a pasito”, dice Francesca Ferrero, quien también asistió a la cita del lunes y quien preside la Asociación de Restaurantes del Guayas -agrupa a 475 establecimientos y 75 marcas-, su temor tiene que ver con el proceso que implica diseñar, analizar, aprobar y poner en ejecución la nueva ley.

Milton Casanova, quien preside la Asociación de Catering y Eventos de Guayas, asegura que además de otorgar tiempo con las deudas, se debe suavizar el tema laboral. “Hay actividades dentro de la cadena de valor del turismo que se mueven solo por contratos eventuales. Un ejemplo, los saloneros. En la provincia hay unos 3.000, a los que se los llama cuando hay eventos, pero con las normas actuales eso es ilegal”.

Tres años para volver al 2019

La cifra de pérdidas económicas que ha provocado la pandemia, calculada por los dueños de negocios en la industria del turismo en Ecuador, asciende a 2.000 millones de dólares, lo cual hace recordar a la que arrojó el fenómeno de El Niño en 1997: $ 2.869’300.000.

La crisis actual, solo en la actividad del turismo, dejó a 55 mil personas sin empleos y centenares de negocios cerrados. En Guayaquil, la Empresa Municipal de Turismo menciona que en el 2020 se reprogramaron para los años subsiguientes 30 eventos y se cancelaron 25, con lo cual 115’257.600 dólares dejaron de entrar a la ciudad, en relación al año anterior.

La Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador considera que en el 2024 -si se toman las medidas adecuadas y a tiempo-, recién se podría evidenciar una recuperación de la industria a sus niveles históricos.