Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

Imp...unidad

Cuando el avispero político comienza a mostrar agitación, recomiendan alejarse de los alrededores. Yo que estoy curado de espanto, más todavía cuando no corro el riesgo de fiebres electorales, sin estar obligado a calcular entonces cuántos votos gano o pierdo con lo que expreso, entro al ruedo pensando en que, antes que nada, frente a la crisis que vive el Ecuador, la prioridad es unirse para intentar neutralizarla. Después, siendo que todavía queda año y medio por delante, habrá que pensar en unidades con fines electorales.

Por eso, no deja de sorprenderme que del terreno de la oposición a las torpes medidas gubernamentales que nos han sumido en la actual situación y que si nos descuidamos pueden seguirse dando, ahora violentamente se entre en una fase, donde al parecer, lo único trascendente es conseguir votos. Conste que en un país como el nuestro, de relativamente débil estructura política, no cabe condenar el esfuerzo por construir las alianzas que se requieran pero, el pragmatismo de su constitución no puede incluir el tufo de impunidad que recientes declaraciones dejan entrever y que, por supuesto, a mí y a muchos nos huelen muy mal.

Si una de las críticas fundamentales (compartida con amplitud no solo por lo que queda de los partidos políticos sino por la ciudadanía) que se ha hecho al actual régimen es la de la corrupción en el manejo de los fondos públicos, una de las acciones fundamentales, generada no por la posibilidad de ser gobierno mañana sino por el mandato constitucional de hoy, es la denuncia y el combate de los actos de corrupción. Igual ocurre con la defensa de las libertades y el respeto a los derechos humanos. Se trata de deberes y responsabilidades de los ecuatorianos, de todos los ecuatorianos y no únicamente de quienes eventualmente puedan ocupar dignidades de elección popular.

Expresándolo de otra manera, los líderes que están tratando de construir unidad, lo cual es respetable, al hacerlo no pueden olvidar los deberes cívicos a que su condición de dirigentes políticos los obliga, so pena de reducir su noble actividad a mero electoralismo.

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