Una decisión que tendrá el efecto contrario al deseado. Una semana después de que la Corte Constitucional despenalice la eutanasia en Ecuador bajo ciertas circunstancias, la Iglesia Católica expresa sus reparos e incluso la califica la decisión de "diabólica".

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Tras varios meses de espera, el 7 de febrero de 2024 la Corte Constitucional se pronunció sobre el caso de Paola Roldán, paciente que padece de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y presentó una acción de inconstitucionalidad contra el artículo 144 del Código Integral Penal que sanciona el que "una persona mate a otra", en el marco del delito de homicidio.

Una semana después, a través de un comunicado, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana señaló su negativa al dictamen de la Corte Constitucional, indicando que "es preocupante observar cómo la cultura del descarte, impulsada por algunos jueces, está convirtiéndose  en un nuevo integrante de nuestra realidad social".

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Destacó que Ecuador se convirtió en el noveno país del mundo en aceptar la eutanasia, pese a que "apenas (cuenta con) un 3,5% de cobertura de cuidados paliativos para la población". También indicó que, aunque no se aceptó la pretensión de que la eutanasia sea un derecho, "muchos enfermos o personas en situaciones vulnerables se verán obligados a recurrir (a la eutanasia) para 'no ser gravosos o molestosos para sus familias o para el Estado'".

Respecto al dictamen, la Iglesia sostiene que "es vaga" en cuanto a su alcance, ya que "no se concreta ni desarrolla qué es una 'lesión corporal grave e irreversible' ni 'enfermedad grave e incurable'". Sostiene que estas definiciones son vitales para "no poner en riesgo la vida de personas vulnerables que también estarían expuestas".

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También se hace hincapié en que el dictamen de la Corte no solo cambia el Código Integral Penal, sino el Código de Ética Médica, que contempla defender la vida. "(El dictamen de la Corte Constitucional) permite a un médico acercarse a un enfermo con la intención de darle muerte, pervirtiendo la esencia misma de su profesión que es defender la vida".

El pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana culmina realizando algunas reflexiones sobre la eutanasia a la vida. Por ejemplo, sostiene que el derecho a la vida, como todos los derechos humanos, es irrenunciable. Asimismo, que buscar eliminar el sufrimiento "es casi como eliminar la naturaleza humana", entre otras reflexiones más.

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