El hospital Luis Vernaza forma parte de la ciudad
La carta que me permito enviarle tiene relación con la entrevista al ingeniero Roberto Tugendhat, director ejecutivo de la H. Junta de Beneficencia de Guayaquil, que apareció en la edición del día 9 de julio del año en curso.
El encabezado es una verdad sin cuestionamiento alguno.
Lo destaco por ser un valiente directivo que sale en defensa frontal de un HOSPITAL, así, con mayúsculas, que por trayectoria e historia es el más importante de la ciudad de Guayaquil y del país.
Es una víctima más del correato y sus huestes que aniquilaron al IESS y al Ecuador.
Al tercerizar la atención de los afiliados, todos los prestadores de salud creyeron que habían alcanzado el cielo y se sobredimensionaron. Yo en el hospital se los advertí. Naturalmente mi voz no les significaba nada, ante tantos ingresos.
La deuda creció a cantidades insostenibles para cualquier empresa, pero las inversiones estaban hechas. La marcha de la institución: ¡condenada!
Los recortes vinieron, los despidos vía liquidación a cada momento.
Eso generó el desconcierto del personal a todo nivel.
La política empleada, reducción del número de camas/enfermos, y naturalmente, el personal sobraba, de manera que la justificación era el despido.
Yo asistí al hospital desde el año 1962, siendo estudiante de medicina, y no me desvinculé de él sino hasta marzo 8 de 2019, vía Liquidación.
Ojalá el hospital Luis Vernaza no sea enquistado en otro, concebido como Maternidad.
Me permito utilizar las frases del señor ingeniero Tugendhat: “El Vernaza no se puede cerrar porque forma parte de la ciudad”. Yo agrego: “ni moverlo de su sitio actual bajo ningún pretexto”.
Dr. Ignacio Granja Rousseau