Un solo metro cuadrado en vía a la costa, específicamente en la zona de expansión de Guayaquil, hoy puede costar $ 100 en área urbanizada, de acuerdo a páginas locales especializadas.

Como publicó el domingo 26 de marzo Diario EXPRESO, Joaquín Villamar Cabello, el exesposo de la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, el 15 de mayo de 2020 concretó la compra de 80 parcelas ubicadas en lo que será el Complejo Habitacional La Costa, justo en la zona cercana al nuevo aeropuerto, a la entrada a la ruta que lleva a Daular, y adquirió otro superlote de 159 hectáreas, en Chongón en septiembre de ese año, cuando aún era pareja de la funcionaria.

Él aún no explica cómo se hizo de esas tierras. Para poder comprar solo las primeras nueve hectáreas, habrían sido necesarios alrededor de nueve millones de dólares hoy, dependiendo de la ubicación, según portales de venta de terrenos.

Ese poder adquisitivo, sin embargo, no se puede palpar en la huella fiscal de Villamar, según lo hallado por este medio en la Superintendencia de Compañías y el Servicio de Rentas Internas (SRI).

Villamar Cabello, nuevo terrateniente de vía a la costa, consta como accionista en cuatro empresas. Dos de estas, Trampstrut S.A. (Transportacion & Frutas), Industduran S.A., creadas en 2016 y 2019, están activas aún, pero deben documentos a la Superintendencia y tienen activos por debajo de los mil dólares. Además, no han reportado impuesto a la renta en años recientes.

De acuerdo a la Supercías, la primera, que se dedica a “la actividad agrícola, agropecuaria y agroindustrial”, no ha actualizado datos desde 2018 y el último año que reportó balance financiero, en 2017, fue en cero.

Industduran S.A. pasa por el mismo escenario. La Superintendencia de Compañías especifica que, aunque está activa, le falta el informe de balance financiero de 2020. En el de 2019, presentado recién a inicios de 2021, la empresa reportó $ 700 de activos, cero en utilidad y una pérdida de $ 108.

Industduran se dedica a la importación, exportación, comercialización y distribución de todo tipo de insumos para la industria metalmecánica. Además de Joaquín Villamar, también aparecen como accionistas, en el kárdex, los dos hijos que tuvo con Cynthia Viteri, Joaquín José y Renatta María Villamar Viteri.

La otra compañía, en la que Joaquín Villamar es accionista y gerente, y que -en cambio- sí está al día en documentos, es Signosa S.A., creada en 2000. El año que Cynthia Viteri entró a la Alcaldía, 2019, reportó activos por $ 863 y $ 2,87 de pasivos, además de apenas $ 50 de ingresos y $ 13 de utilidad, en su balance financiero. Cifras abismalmente diferentes a 2020, el año en que Villamar compró los terrenos en la zona del nuevo aeropuerto. Esa fecha, la empresa registra $ 64.932 por activos e ingresos por un monto de $ 93.794,66, cero en pasivos y $ 64.072,22 de utilidad. Esto pese a que, en el SRI, su declaración apenas llegó a $ 1,5 ese año. Del período 2021, no hay información disponible.

La otra compañía en donde aparece como accionista es Jiménez & Viteri, que, como contó ayer este medio, se canceló en 2012. La manejó con sus ahora excuñadas Nathalie y Valeria Viteri, y su exsuegra y madre de la alcaldesa, María Leonor Jiménez. La compañía se dedicaba a la prestación de servicios de asesoría jurídica.

En una compañía más, Kidsprexsa S.A., creada en 2013 y dedicada a “la comercialización, importación, exportación… de toda clase de materiales eléctricos”, Villamar aparece como gerente y representante legal. En 2018, la empresa reportó activos por $ 21.053,49 y $ 20.253 de pasivos, con ningún ingreso y ninguna utilidad.

En 2019, mantuvo $ 20 mil de activos y reportó pasivos por $ 19.200, cero ingresos y cero utilidad. Mientras que en 2020 tiene activos por $ 50.665,25, pasivos por $ 19.200 e ingresos de $ 65.665,25, con una utilidad de $ 30.665,25. De IR, cero de 2016 a 2020.

Ni siquiera los patrimonios de estas últimas dos compañías podrían justificar los terrenos adquiridos en pandemia. Como este Diario informó, en 2020, cuando los adquirió, Villamar reporta la mayor declaración de impuesto a la renta en todo su expediente como contribuyente, $ 18.277, casi cinco veces más de los $ 4.201 que declaró en 2019. En 2021, en cambio, reportó cero.

En el SRI, Villamar tiene activo su RUC para prestación de servicios profesionales. También se supo que en 2016 fue auditor interno de la Empresa de Agua de Quito, con un sueldo de $ 4.427.

• La primera entrega de esta investigación resumida