Sin demasiado tiempo para pensarlo. El presidente Guillermo Lasso debe dar en las próximas horas, quizás este mismo 26 de mayo de 2023, respuesta al pedido de los simpatizantes del movimiento CREO que se presente como candidato en las elecciones extraordinarias de agosto próximo.

El mandatario lo está dirimiendo. La decisión no pasa solo por la voluntad de la militancia o del propio Lasso. Hay más factores que van desde lo político a temas personales del presidente que ha evadido dar una respuesta tajante al respecto.

“Para el binomio presidencial, nuestra prioridad es el presidente. He hablado personalmente con él. Le he dicho que para la militancia de CREO y los ecuatorianos es prioridad, porque tenemos que concluir el mandato y así será”, dijo un entusiasmado Esteban Bernal, nombrado recientemente director de la agrupación política.

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Pero no todos creen que sea una gran idea. El columnista y analista político Alfredo Espinosa considera que sería un error que, tal vez, motivado por pequeños triunfos, como el apoyo ciudadano a su decisión de disolver la Asamblea Nacional (muerte cruzada), el presidente lo tome como un impulso para seguir en la Presidencia.

“El presidente debe centrar todos sus esfuerzos en gobernar lo mejor posible en estos meses que le quedan, antes que usar este tiempo para intentar construir o constituir una plataforma electoral que legitime una eventual candidatura”, le dijo el analista a EXPRESO.

En el Informe a la Nación del 24 de mayo, sus simpatizantes esperaban que el presidente haga el anuncio o, al menos, dé indicios de que irá por continuar con su mandato. En su lugar, dijo que ha dado muestras de que está dispuesto a desprenderse del poder por defender la democracia y, a renglón seguido, hizo un llamado a los actores sociales y políticos a unirse en torno a un proyecto para el país, dejando en el aire cualquier definición.

Luego de ese discurso, el mandatario viajó, una vez más, a los Estados Unidos para someterse a una “intervención médica” de la que no se ha dado mayores detalles. Su condición de salud también se ha convertido en un misterio. Está previsto que retorne el domingo, tal vez, con una decisión tomada.

El estratega político y exsecretario de Comunicación, Gustavo Isch, considera que precisamente ese es otro factor de peso que debería tener en cuenta el mandatario y su entorno a la hora de tomar una decisión tan trascendental.

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“Físicamente, vemos un presidente muy afectado. Los ecuatorianos no podemos seguir viendo esta imagen de que cada vez que pasa algo fuerte o trascendental, el presidente deba acudir a un hospital. Para enfrentar los serios problemas que afronta el país se necesita un liderazgo integral”, señaló Isch.

El exasambleísta y actual consejero de Gobierno, Juan Fernando Flores, evadió una respuesta al ser consultado sobre la condición de salud del presidente. “Siempre se ha hablado de impedimentos, condiciones que no permitan el desarrollo del país. Se hablaba que la Asamblea Nacional era el principal elemento para no avanzar y aquí está un gobierno fuerte, claro y que da respuestas”, señaló tras el Informe a la Nación.

Según el cronograma del Consejo Nacional Electoral (CNE), el domingo empieza la inscripción de las candidaturas y se extenderá hasta el 10 de junio. Desde ayer y por trece días, las organizaciones políticas deben celebrar sus procesos de democracia interna. Los plazos son cortos y, por eso, no hay demasiado tiempo para reflexionar.

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En el papel, el mandatario partiría, según algunas encuestas, con un apoyo a su gestión que, en el mejor de los casos, llega hasta el 14 %. Sin embargo, Isch explicó que no necesariamente esos pueden ser considerados votos endosables o una base electoral que pueda crecer ante una eventual candidatura.

“Tendría que apostar nuevamente por la que ha sido su estrategia de comunicación durante estos dos años: la publicidad. Publicitar lo que ningún ciudadano ve como la supuesta lucha contra la inseguridad, la generación de empleos o el ingreso universal a la universidad”, señaló el estratega.

Espinosa ve otro peligro ante una eventual candidatura de Lasso y es que se convierta o en ‘carne de cañón’ o en el “mejor jefe de campaña de agrupaciones como el correísmo”, porque sería el actor político a ser atacado sobre todo por aquellos partidos que se empeñaron en su salida. “Ese sería un gravísimo error, a menos que ahí exista un acuerdo soterrado que haya iniciado con la activación de la muerte cruzada y el adelanto de elecciones”, señaló.