La elección, lejos de disipar el tufo de la ingobernabilidad en Quito
A la medianoche el triunfo del correísmo en Quito era irreversible. La clave ahora es la conformación del Concejo Metropolitano
La zozobra se fue despejando, al menos en lo electoral. Los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE) clarificaron el panorama sobre la elección del nuevo alcalde de Quito: escrutado más del 90 % de votos es Pabel Muñoz López, de la Revolución Ciudadana.
Pasada la media noche de este 6 de febrero de 2023, la tendencia se proyectaba como irreversible. Así lo reconoció el segundo en las preferencias electorales, Jorge Yunda Machado, que lo felicitó. A él se unieron a reconocer el triunfo otras aspirantes como Jéssica Jaramillo o Luz Elena Coloma.
Pero el ansia para la ciudad estaría lejos de despejarse. Pese al triunfo del correísmo con algo más del 25 %, la capital quedó partida en al menos tres corrientes, ya que Yunda y Pedro José Freile empataron, con el 22 % de la votación, lo que hace prever que la polarización en una capital en picada se reproducirá en los siguientes cuatro años.
Al menos, eso cree el analista político especializado en temas de ciudad Marcel Merizalde, que considera que la baja votación del nuevo alcalde con relación a sus contendores será directamente proporcional a una nueva etapa de ingobernabilidad de Quito, como la vivida en las dos últimas administraciones.
“Todo apuntaba a que Jorge Yunda iba a sumar un 5 % más con relación a su anterior elección y hacerse del triunfo, pero Muñoz se convirtió en un candidato fuerte que estructuró y difundió un discurso bien elaborado. Freile destacó por sus ‘denuncias’ de última hora y el votante ecuatoriano está ávido del escándalo y el show”, señaló el especialista.
Pero Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), pone en duda que ese fraccionamiento de la ciudad sea tripartito. Considera que Muñoz y Yunda comparten un origen correísta que si bien no garantiza total armonía, podría al menos dar un respiro de gobernabilidad a la ciudad.
¿En qué nivel? En el Concejo Metropolitano de Quito. Aunque hasta el cierre de esta edición el conteo de la elección de concejales era muy bajo como para determinar a los triunfadores y su configuración, todo apuntaba a que ninguna fuerza política alcanzaría una mayoría que le permita operar de forma autónoma.
El resultado es producto, en parte, de la animadversión al Gobierno actual y de haber puesto buenos candidatos. Sería iluso decir que Muñoz es mal candidato.
“Por esa cercanía de origen, es altamente probable que los concejales de ambas tiendas políticas puedan aliarse para dar gobernabilidad al nuevo alcalde. Sin duda, habrá fraccionamiento, pero hay que esperar a ver cómo se decantan las alianzas”, observó Alarcón.
Merizalde espera que sea así porque Quito no soportaría una administración más sin acuerdos básicos, deponiendo posiciones políticas que permitan sacar a la capital de una situación a la que calificó como “extremadamente dramática”.
La lista de preocupaciones de los habitantes de Quito tiene al menos una docena de ítems, empezando por la inseguridad. Para mencionar algunas cifras, por robo a personas en 2022 se registraron 6.682 denuncias, casi mil más que en 2021. Los actos violentos también se incrementaron el año pasado. Hubo un aumento del 33 % de los homicidios y un alza del 20 % en los asesinatos.
Según la encuesta de percepción ciudadana elaborada por el colectivo Quito Cómo Vamos, con el apoyo de Cedatos, el segundo problema que enfrenta la ciudad es el desempleo. Y no es para menos. Pese a algunas mejoras puntuales, la tasa de desempleo en Quito continúa siendo la más alta del país, con el 7,7 %, según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), al cuarto trimestre de 2022.
Por la forma de elección de escaños, todo hace pensar que habrá un Concejo Metropolitano ingobernable. La dispersión está garantizada.
La falta de arreglo de calles y vías es para los quiteños el tercer problema que impacta en su calidad de vida. El cuarto es la mala calidad en el servicio de transporte público. Sin duda, el reto principal para el nuevo alcalde es el Metro. La administración saliente de Santiago Guarderas se comprometió a ponerlo a funcionar el 5 de marzo, aunque a finales de enero la fecha se puso en duda.
Otros temas que preocupan son las obras inconclusas, la contaminación y la basura, los impuestos considerados elevados, la corrupción institucional, la falta de acceso a los servicios básicos, la pobreza y la salud (relacionada con la pandemia).
