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Marco López fue prorrogado en sus funciones, como representante del Presidente ante la Junta.Guillermo Lizarzaburo C. / Expreso

“Los bancos deben bajar las tasas de crédito porque ya hay menos riesgo”

Marco López, delegado del Ejecutivo ante la Junta de Política de Regulación Monetaria y Financiera, explica las vías para concretar el ofrecimiento del actual Gobierno de abaratar los préstamos

La semana pasada fue ratificado como el delegado del Ejecutivo ante la Junta de Política de Regulación Monetaria y Financiera. Prorrogado en el cargo, una de sus primeras tareas será orientar la baja de tasas de crédito que el presidente de la República ha ofrecido. Las condiciones, dice Marco López, existen y el primer paso para lograrlo es abaratar el costo del dinero interno.

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- El presidente ha pedido a los bancos y cooperativas bajar las tasas de consumo y microcrédito. ¿Ya habido alguna reacción ante esto?

- Como Junta estamos pendientes de ver cuál es esa reacción que tendrán las entidades. Hemos sabido que quieren tener un diálogo sobre el tema, que quieren conversar primero, quieren ver los nuevos cálculos, los nuevos segmentos, pero eso no es una respuesta al pedido del presidente. Él ha sido claro en pedir que bajen las tasas, no que estudiemos la posibilidad, no que esperemos.

- ¿Hay plazo para esto? Si no sucede, ¿Qué pasaría?

- No hay plazo aún, porque estamos esperando terminar de conformar la Junta en los próximos días. Pero si no hay una respuesta, tendremos que tomar medidas, obviamente sin que estas estén reñidas con la técnica, porque debemos tener un justo balance con base en la situación global del sistema financiero.

El mayor desafío es poder retener depósitos o dinero del público, pero pagando tasas  más bajas.

- ¿Qué condiciones se tomarían en cuenta?

- El sistema tiene dos lados en su balance: sus pasivos, que es donde están las captaciones, el ahorro del público, dinero que se convierte en activos para el banco cuando este da créditos. Hoy en día, todo el mundo pide flexibilidad en los activos: que se dé más plazo, menores tasas, periodos de gracia, que se condonen intereses; pero si por el lado del pasivo, alguien quiere retirar sus depósitos, los bancos no pueden decirle que no lo haga. Entonces, la primera tarea es ver qué pasa con ese balance, sobre todo con las cooperativas y bancos más pequeños, para según eso ver cuánto se puede bajar el techo de la tasas máximas.

- Bajar las tasas es una exhortación de años. Pero con un presidente que sale de la banca, ahora resulta sencillo. ¿Qué nos hace creer que corregir esto será posible?

- El riesgo país es clave para que los bancos puedan obtener financiamiento externo en mejores tasas. Eso es lo que hace viable que las tasas bajen. Cuando el país caminaba a la segunda vuelta electoral, el momento más crítico, un riesgo alto hacía que por el crédito externo los bancos tengan que pagar hasta un 12 %. Hoy evidentemente    ya es posible conseguir tasas del  7 % u 8 %. A ello se suma el riesgo político: no es lo mismo tener al presidente Lasso que haber tenido a Andrés Arauz. Si esos riesgos se han atenuado, es lógico que exista espacio para disminuir las tasas.

- ¿Bajar las tasas de consumo y microcrédito podría suponer que otras se incrementen?

- En teoría, la propuesta es que todas la tasas disminuyan. No creo que existan tasas que suban.

- ¿Dónde está el mayor desafío para llevar las tasas a la baja? ¿Dónde está ese margen?

- La tasa pasiva (lo que el banco paga por depósitos) es el primer elemento que forma el costo que tendrá la tasa activa (lo que cobran los bancos por los créditos). Por ello, el desafío mayor está en bajar esta tasa para bajar el costo del financiamiento interno. Vemos que en el mercado hoy en día hay instituciones financieras pequeñas que están pagando entre el 10 % y 11% por captaciones, lo cual, si se da cuenta, perfora la tasa activa más baja, que es la tasa comercial, que es de 9,3 % más o menos. Si hay instituciones que están pagando más de lo que cobran, olvidando todos los costos que tienen las operaciones de crédito, eso ya perfora la tasa. Por ello, el mayor desafío es poder retener los depósitos o dinero del público, pero pagando tasas más bajas.

La tasa máxima no puede ser diferenciada, será igual para todos los bancos de todos los tamaños.

- ¿Y cómo se consigue eso en un año en que los depósitos, hasta abril, se incrementaron un 14 %?

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- Exacto, el desafío es mayor por eso. Las instituciones tienen que esforzarse. Para algunas, la manera más fácil que tienen para competir es elevando la tasa de los depósitos que se reciben, pero deben entender que hay menos riesgo en este momento y que al haber menos riesgo no tienen por qué pagar tasas tan altas. Si ya el riesgo país está en 700 puntos, ¿por qué tengo que pagar más que eso?

- Y ustedes como Junta pueden decidir también sobre la tasa pasiva.

- Podríamos, obviamente midiendo ahí también el riesgo. Puede haber gente que crea que si le van a pagar 1 %, mejor es llevarse la plata a su casa. Por eso, las decisiones deben ser técnicas.

- Si lo vemos por segmentos, ¿dónde se tendría que trabajar más? ¿En el microcrédito?

- Sin duda. Las tasas de microcrédito son las más elevadas, están arriba del 23 %, pero porque son créditos pequeños (de $ 500 en promedio), con mayor costo operativo y que hay que evaluar bien. 

- ¿Qué tiempo se esperará para tomar una primera decisión?

- Existe ya una primera resolución con miras a revisar el sistema de tasas de interés basado en la reducción de segmentos de crédito (bajaron de 23 a 13). Las instituciones tienen hasta junio para poder presentar la información clasificada bajo los nuevos segmentos. Partiremos de ahí para empezar a revisar la data y ver el nuevo cálculo del techo máximo que tendrán las tasas.