
Dos frentes esperan a Tuarez en la Asamblea
El proceso de juicio político en contra del presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), José Carlos Tuárez, se acelera en la Asamblea Nacional.
El proceso de juicio político en contra del presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), José Carlos Tuárez, se acelera en la Asamblea Nacional.
El asambleísta por el movimiento CREO, Fabricio Villamar, anunció este 07 de julio de 2019, que mañana hará oficialmente la presentación del proceso de control político en contra del sacerdote.
El legislador basa su acusación en la entrega de documentación posiblemente alterada por parte de Tuárez para inscribir su candidatura al CPCCS, según denuncian varias organizaciones sociales.
Villamar le dijo a EXPRESO, el viernes pasado, que ya cuenta con las firmas de apoyo de más de 50 asambleístas para impulsar el juicio político. Legalmente necesita 35 adhesiones para iniciar el trámite.
El sábado 06 de julio, en Manta, durante un encuentro con sus partidarios Tuárez dijo que en apenas 20 días de haber asumido el cargo ha sido víctima del acoso de la prensa y de CREO, pese a que no ha podido “hacer una obra todavía”.
“¿Puede cumplir funciones en el Consejo alguien que llegó mintiendo al cargo? El señor Tuárez mintió al decir que fue director del Convento Máximo de Santo Domingo, mintió al decir que no es representante de algún culto religioso y que fue director de la radio La Voz de Baños”, cuestionó Villamar en su momento.
Este no es el único proceso que transcurre en la Asamblea en contra del presidente del CPCCS. El martes la Comisión de Participación Ciudadana, presidida por Raúl Tello, también definirá la suerte de Tuárez.
El miércoles 03 de julio fue invitado a comparecer ante los integrantes de esta comisión. Sin embargo, cuando recién había empezado su intervención abandonó la sala argumentado que no es sujeto de juicio político o fiscalización.
El desplante generó malestar entre los legisladores, incluso entre aquellos que tenían dudas sobre la conveniencia de empezar una acción política contra el religioso.