Solo por un día y por las elecciones, Alausí retomó su vitalidad. Quienes emigraron después del derrumbe del domingo 26 de marzo de 2023, estuvieron de regreso ayer en Alausí para sufragar. Y quienes se quedaron aprovecharon para montar un negocio provisional.

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Luz Campaña se lleva las manos a la cara para limpiar sus lágrimas. No puede evitarlo al ver el sitio donde alguna vez estuvo su vivienda. Ella y su esposo, Daniel Zabala, regresaron hasta Alausí para consignar su voto. Han pasado seis meses desde la última vez que estuvieron por su tierra natal. “Estamos muy tristes, cuando veo esa desgracia. Ahí tenía mi casita, al lado la de mi hijo, y no quedó nada”, expresa con la voz entrecortada.

Ese domingo, un deslave afectó a cinco barrios, desplegados en 24 hectáreas, donde existían 209 viviendas.

Los esposos Zabala Campaña tuvieron que migrar a la ciudad de Baños, en Tungurahua, para comenzar de nuevo su vida. Daniel labora en la construcción. “Ahí hay trabajo en eso y toca ganarse la vida”.

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No piensan volver, tampoco constan en la lista de las casas que entregará el Miduvi, por lo que ya no tienen a qué regresar. Sin embargo, ejercieron el voto, con la esperanza de que las nuevas autoridades hagan algo por los damnificados de esta desgracia, en la que fallecieron 80 personas, de las cuales 10 nunca se recuperaron los cuerpos.

Más allá se encontraba Pamela Lema, quien junto a sus hijas, su tío y hermano, también perdieron su vivienda y a varios familiares. Ahora viven en Calpi, Riobamba, pero debían regresar a Alausí para ejercer el voto. Aprovecharon para poner un puesto para plastificar la papeleta. “Nos fuimos y ahora vivimos en Calpi, ahí estudian mis hijas, y los demás que quedamos trabajamos donde podemos, limpiando casas, en la construcción. Vimos que podíamos ayudarnos ahora que la gente tiene que plastificar el documento”, afirma. Si bien su casa no se perdió, está a pocos pasos de donde finalizó el derrumbe, fue declarada inhabitable.

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Es que Alausí, por las votaciones, recobró esa vitalidad. Hay un ir y venir de gente que ya es inusual, “todos han regresado por los comicios”, dice María Chica, quien montó un puesto de empanadas. “Hay que aprovechar, todo medio sirve, se fueron muchos y el comercio es bajo, hoy (domingo) está bien movido”, indicó.