
Daniela Vega, una transexual en los Oscar
La chilena no se considera un referente y asegura que la Academia ya está preparada para discutir el tema trans.
Es chilena y protagoniza la cinta Una mujer fantástica, dirigida por Sebastián Lelio y nominada a los premios de la Academia. Ella forma parte del elenco de los doce presentadores escogidos para la 90 edición de la gala de los Óscar, que se celebrará este domingo 4 de marzo.
La intérprete transexual de 28 años comparte escenario con actrices como Emma Stone, Tom Holland y Margot Robbie. Vega es considerada la actriz revelación del cine de su país. La crítica se ha rendido a sus pies y el público no ha cesado de aplaudirla en su papel de Marina Vidal, una mujer trans que se enfrenta a la muerte repentina de su pareja, Orlando (Francisco Reyes), 20 años mayor a ella y cuyo duelo es enturbiado por la familia del difunto y por las instituciones que la convierten en el blanco de reproches, prejuicios y violencia.
La producción está nominada como película de habla no inglesa, junto con El insulto (Líbano), Sin amor (Rusia), En cuerpo y alma (Hungría) y The square (Suecia). Este ha sido un año ajetreado para la actriz desde el estreno de la película que se presentó el año pasado en la Berlinale y presume del Goya en la categoría de película iberoamericana.
“El filme quiere que te preguntes qué papel ocupas en la sociedad. ¿Estás con la familia de Orlando o con Marina? No hay respuestas, solo planteamientos. ¿Qué cuerpos podemos o no habitar? ¿Qué historias de amor son válidas y cuáles no? ¿Por qué ciertos grupos oprimen a otros cuando consideran que no están dentro de sus barreras de lo normal?, comentó recientemente Vega a The Guardian.
Ella cuenta que llegó al filme como asesora de Sebastián Leilo, quien debía entender lo que era vivir como transexual. Ella conoce bien la situación. Hasta hoy, la Academia jamás ha premiado una producción sobre el tema, tampoco lo ha recibido ningún actor trans. Por eso, ante la pregunta de si la asociación está lista para este nuevo paso, Daniela contesta: “El mundo está listo, no solo la Academia”.
Ni referente ni ícono
Admite que en su vida personal no ha tenido que sufrir los mismos problemas con los que se enfrenta la protagonista de la historia que la llevó a la gala de los Óscar, pero asegura que por ser transexual sí ha sufrido los prejuicios y la intolerancia de la sociedad en la que ha nacido y se ha criado. Aun así, no se considera un referente. “No soy bandera de lucha del mundo trans, pero si a alguien le puede servir mi testimonio, bienvenido sea”.
Se dio cuenta de su identidad sexual a los 14 años. “Sabía que no era gay porque no era lo que sentía propio. No había ni fundaciones ni películas ni gente famosa trans que me sirvieran de referencia. Era yo contra el mundo”, recuerda Vega en una entrevista para el diario La Hora.
Su carné de identidad lleva el nombre con el que lo inscribieron sus padres. Por eso, cuando estuvo en Berlín estrenando Una mujer fantástica, ella representaba a Chile. “Pero acá, para el Estado, no existo, no me reconoce”, se queja.
Aun así, está convencida de que la sociedad está abierta a discutir esos temas, pero no quienes ostentan el poder. E insiste: “No me siento ni referente ni ícono ni bandera de lucha”.