La culpa es de los zapatos...

La culpa es de los zapatos...

Conforme pasa el tiempo aquellos acompañantes de nuestra vida diaria, los pies, pueden verse afectados por el uso de zapatos incómodos, descuido en su higiene y malas prácticas aprendidas en casa, originando algunas afecciones, en su mayoría incómodas y muy dolorosas. ¿Cómo reconocer que nuestros pies necesitan ayuda? ¿Cuáles son sus principales enfermedades y qué hacer para conservarlos en buen estado? Al respecto conversamos con Angie Zevallos, podóloga de Dr. Pie.

Zapatos de tacos altos, dañinos

Los pies, dice Cevallos, pueden darnos una pauta sobre nuestra salud. Por ejemplo, la rigidez de las articulaciones puede significar artritis. El hormigueo o entumecimiento, problemas de circulación. La hinchazón, señal de una enfermedad renal, cardiaca o hipertensión arterial.

Con el pasar del tiempo, prosigue, la piel de la planta de los pies de los adultos mayores se vuelve muy fina, signo de que la grasa que sirve de colchón va disminuyendo. “En estos casos el uso de plantillas suaves y zapatos cómodos amortiguará la pisada al caminar”.

Según la experta, el calzado es en un 90 % el responsable de la mayoría de dolencias de los pies. “El uso prolongado de tacos de punta de más de 5 cm con el pasar del tiempo pasará factura, y con ello la presencia de dolor en la espalda, articulaciones de las rodillas o cadera, problemas de juanetes, etc.”.

Para conservar unos pies sanos y bonitos es necesario lavarlos diariamente con un cepillo para eliminar las células muertas, secarlos bien y recordar que usar zapatos con los pies húmedos puede conducir a infecciones como hongos en las uñas y pie de atleta. “Cuando corte las uñas del pie hágalo en línea recta, no en forma redonda ni en las esquinas”, puntualiza. / VGN

Señales de alerta

- Dolor en los talones (que se manifiesta como una especie de punzada) o en el metatarso, principalmente cuando se está de pie o se camina por muchas horas; además de calambres y adormecimientos.

- A nivel de uñas, estas pueden tornarse amarillas, aumentar su grosor o tener mal olor, señal de haber contraído alguna bacteria o infección.

- Los calambres, adormecimientos, hormigueo o sensación de que los pies queman son un indicativo de que hay problemas de circulación.

Las afecciones más frecuentes

Fascitis plantar. Se identifica como un dolor en el talón, que la mayoría de pacientes sienten especialmente al levantarse por la mañana. Está relacionada con el espolón calcáneo. El tratamiento puede ser ortopédico o quirúrgico.

Juanete. Es un agrandamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie que se produce al desplazarse el hueso o el tejido, causando dolor. Aunque puede ser hereditario, el uso de zapatos estrechos en la parte delante-ra agrava la defor-mación. Utilizar protectores de juanetes ayuda. Se recomienda cirugía cuando el dedo está totalmente deformado.

Uña encarnada. El borde de la uña se entierra dentro de la piel del dedo. Sucede cuando se hurga innecesariamente, se usan zapatos apretados o hay infección de hongos u otras lesiones. Para prevenir, corte el borde de las uñas del pie en línea recta.

Dedo de martillo. Se denomina así cuando la parte final del dedo del pie se dobla hacia abajo en una deformidad similar a una garra, por lo general debido a un desequilibrio muscular. El uso de calzados amplios puede ayudar a evitar esta condición.

Onicomicosis u hongos en las uñas. Esta afección se vuelve frecuente con la edad y hasta el 50 % de las personas mayores de 70 años la padecen. Afecta principalmente a las uñas expuestas a la humedad, ocasionando desco-loramiento, aumen-to del espesor de la uña y dolor. Los microorganismos prosperan en ambientes húmedos y cálidos (como los zapatos cerrados) y se alimentan de la queratina (proteína de las uñas). Otro foco para generar hongos es el uso de calzado y medias de materiales sintéticos. Durante el tratamiento, que puede durar entre seis y ocho meses, se hacen exfoliaciones para eliminar lo dañado, complementado con el uso de antimicóticos en crema y orales.

Pie plano. Se caracteriza por una deformidad en la estructura del pie que carece de un arco normal. Los arcos caídos o altos pueden causar dolor, aunque pueden tratarse, ya sea con aparatos ortopédicos o con cirugía.

Verrugas plantares. Son pequeños crecimientos en la piel (parecidos a los callos), que se pueden diseminar de una parte del cuerpo a otra. Puede contagiarse de ellas por alguna herida expuesta en la planta del pie, especialmente al caminar descalzo. El virus se desarrolla en áreas húmedas y cálidas, razón por la cual las piscinas y los gimnasios son también focos contaminantes.

El calzado ideal

- Para hombres y mujeres, es flexible, de cuero, puntas anchas para que los dedos tengan movilidad y así evitar que estén comprimidos o montados y con ello aparezcan callosidades o juanetes.

- Taco magnolia, preferentemente, ni tan alto ni tan bajo, máximo de 3 centímetros.

- Los zapatos de tacos deben usarse 2 horas al día e intercalarlos con zapatos bajos.

- No abusar del uso de zapatillas porque resecan los talones y los agrietan.

Su cuidado

- La asepsia diaria de los pies en casa es fundamental. Mientras que las visitas al podólogo dependerán del estado de sus pies. Si están sanos se recomienda una limpieza profunda (profilaxis) una vez al mes. En caso de tener algún problema, como resequedad, onicomicosis, entre otros, lo recomendable es cada 15 días hasta mejorar la condición del pie.

- Las mejores cremas para los pies son las que contienen urea y componentes naturales como aloe vera, glicerina, extracto de lavanda, romero. Estos componentes ayudarán a la hidratación, desinflamación, circulación y a controlar la transpiración de los pies.

- Si tiene grietas en los talones, antes de acostarse colóquese la crema y use medias de algodón para obtener resultados más efectivos. También, alterne el uso de sandalias con calzado cerrado, para ayudar a mejorar el aspecto de esta zona.

- Si tiene un uñero. Lo primero es ayudarse con una crema desinflamatoria en casa. No se debe sumergir el pie en agua caliente, ya que esto inflama más la herida. Se debe acudir al podólogo para extraer el uñero en un tiempo máximo de seis días. Caso contrario, la lesión aumentará, provocando que se agrave la infección.

- Utilice protección solar en sus pies para evitar los daños de la radiación ultra-violeta (RUV), como las manchas. / IL

Plantillas, zapatos y cremas

- Las plantillas y zapatos ortopédicos sirven para corregir y aliviar la patología de los pies, con el fin de permitirle caminar sin sentir molestias.

- El mercado ofrece una variedad de productos como los talcos medicados para combatir la hiperhidrosis (sudor); bálsamos para hidratar y que a la vez ayudan en los problemas de circulación; cremas para los problemas de micosis en las uñas, que además contienen ingredientes que les darán brillo y elasticidad.

Remedio casero

En casa. Sumergir los pies en agua de manzanilla tibia con un poquito de sal para ayudar a la desinflamación.Levantar los pies a la altura de la cintura, lo que mejora la circulación. También aplicar cremas medicadas mediante suaves masajes.

Si tiene diabetes

Esta afección reduce la circulación de la sangre a ciertas áreas del cuerpo, especialmente a las extremidades (pies/piernas), lo que dificulta la capacidad del cuerpo de sanar las lesiones. Las personas con esta enfermedad deben acudir a un podólogo para su cuidado, ya que el uso de herramientas no esterilizadas o un corte puede llevar a úlceras o incluso una amputación.