Total consternación en el país. El asesinato del candidato presidencial por el movimiento Construye, Fernando Villavicencio, deja una marca en la política nacional. Aunque no es el primer caso en la historia del país (en 1978 atentaron contra la vida del presidenciable Abdón Calderón), llega en una creciente ola de violencia que, hasta el momento, había sumado atentados y muertes de candidatos y autoridades locales.

Villavicencio, exlegislador y periodista, salía de un mitin político en el colegio Anderson en el norte de Quito cuando fue alcanzado por una ráfaga de balas justo en el momento en el que estaba subiéndose en una camioneta doble cabina en la que se transportaba. El candidato fue trasladado a la Clínica de la Mujer donde se confirmó su deceso. El hecho provocó el repudio de los otros candidatos presidenciales, una reacción del presidente Guillermo Lasso y de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.

El hecho, sin duda, marca a la política nacional. Según Pablo Medina Pérez, docente de la Universidad San Francisco de Quito, el asesinato de Villavicencio ratifica que la violencia no le huye a la política.

“Estamos hablando de que el crimen organizado, por fuera del Estado, es capaz de matar a un candidato a la Presidencia, quien goza de protección (...)”, sostiene el analista político.

Asimismo, hace hincapié en que es un mensaje claro para el resto de la clase política: “Esto no te pasa si no te metes con las mafias”. También señala que inaugura una etapa donde el crimen organizado está tan convencido de la impunidad.

“(Al crimen organizado) solo les hace falta matar al presidente”, continúa y hace hincapié en que esta nueva etapa debería, al menos por obligación, un verdadero diálogo político.

Además, la politóloga Arianna Tanca señala que este hecho termina por convertir a la política como una de las profesiones más peligrosas del país.

Mirando hacia el futuro, también avizora que el nivel que ha tomado la escalada de violencia desincentivará a más y buenos cuadros de participar en la política, afectando a la esencia misma de la democracia.

El aspirante presidencial denunció en su momento haber sido víctima de amenazas. El 1 de agosto de 2023, su equipo de campaña informó que recibió un “mensaje de muerte enviado vía celular por alguien que se identifica como Fito”. Esa información aún se encontraba bajo una investigación reservada de parte de la Fiscalía General.

Tras el hecho, elementos de la policía continuaban recabando indicios, entre ellos varios casquillos de bala que quedaron regados por toda la calzada. También se realizó una detonación controlada de un artefacto explosivo.

La Fiscalía General de Estado, a través de un tuit, inició una investigación por el asesinato del candidato Villavicencio. “Una agente fiscal, en conjunto con criminalistas de la Policía Nacional toman procedimiento en la casa de salud donde yace la víctima”.

Además informó que un sospechoso del hecho, quien resultó herido durante el cruce de balas con el personal de seguridad, fue aprehendido y trasladado malherido hasta la Unidad de Flagrancia en Quito. “Una ambulancia de los Bomberos confirmó su deceso. La Policía Nacional procede con el levantamiento del cadáver”.

Mientras esto informaba la Fiscalía, el movimiento Construye, también a través de Twitter (X) informaba que hombres armados atacaban, la noche de este 9 de agosto de 2023, sus oficinas de campaña en Quito.