Un escenario previsto. Tras el asesinato del presidenciable Fernando Villavicencio, el futuro de su postulación aún queda en vilo. Según expertos electorales, esta es una situación que sí está contemplada en el Código de la Democracia.

Luego de participar en un mitin de la organización política que lo respalda, Villavicencio fue atacado a tiros al subirse a un vehículo blanco que utilizaba para movilizarse. En principio, fue trasladado a una casa de salud, pero momentos después se confirmó su deceso.

Según Daniel González, jurista y experto electoral, este es un escenario contemplado en el artículo 112 de la Ley Electoral, mismo que detalla el protocolo que se deberá seguir en caso de que un candidato de elección popular fallezca.

Dicho artículo señala que, en estos casos, la organización política o alianza que auspicie esa candidatura podrá reemplazar al occiso con otro candidato de la organización o alianza.

Asimismo, se contempla que, en el caso que la muerte del candidato haya sucedido antes de la impresión de las papeletas, estas deberán volver a imprimirse con el rostro y nombres del nuevo postulante electo por la organización política o alianza.

Sin embargo, según ha reportado el Consejo Nacional Electoral, la impresión de papeletas de binomios presidenciales ya fue terminada, por lo que esta consideración no sería posible.

En ese caso, según Esteban Ron, jurista y experto electoral, la normativa contempla que los miembros de la Junta Receptora del Voto (JRV) informen a los votantes de que el candidato que aparece en la papeleta fue reemplazado por otra persona.

El asesinato de Villavicencio ocurrió cuatro días antes del debate electoral y once días antes del día de las elecciones anticipadas del 20 de agosto de 2023.