
El corte apago el ‘plan b’
La Defensoría del Pueblo. Solicitó a la CNEL un informe sobre la causa del fallo y un listado de los cortes generados en la zonal 8 desde enero.
Los constantes cortes de energía que se produjeron durante la tarde del lunes en la mayoría de sectores de Guayaquil sacaron a flote un problema poco abordado con anterioridad y que dejó desarmada a la ciudad: la falla del plan de contingencia.
Luego de las 16:52, la energía iba y venía en varias zonas, lo que generó la afectación no solo de los electrodomésticos de las viviendas sino en el funcionamiento normal de centros comerciales, instituciones públicas, el sistema de transporte urbano, semaforización y en la operatividad del Aeropuerto José Joaquín de Olmedo.
Dos horas más tarde, usuarios en redes sociales empezaron a denunciar el retorno de sus vuelos que debían aterrizar en la ciudad y otros, en el interior de la terminal aérea, cuestionaban la cancelación o demora de sus viajes.
“Vuelo de American Airlines 927 que debía aterrizar hoy en Guayaquil a las 21:37 está regresando a Miami, porque supuestamente no hay luz en la pista del aeropuerto”, escribió Gabriela Panchana.
La misma afectación provocó el desvío de otros tres vuelos y la demora en la salida de un avión que cubría la ruta Quito - Guayaquil.
Ángel Córdova, gerente general de la Terminal Aeroportuaria de Guayaquil (Tagsa), confirma que el problema operativo se generó por la falta de luces de aterrizaje en la pista, lo que a su vez fue provocado por las alteraciones de energía que se suscitaron en la ciudad.
“Nosotros tenemos plantas de emergencia en cada sector del aeropuerto. Exclusivamente para la torre de control, para la terminal, etc. Para las luces de pista, no solo hay una planta, sino un sistema de alimentación ininterrumpida, pero en este caso la fluctuación produjo que algunos equipos entren y salgan de línea”, menciona.
Según Córdova, el inconveniente se generó a las 18:30, cuando ninguno de los dos sistemas de seguridad se activó automáticamente. “Tuvimos que hacer un enlace de energía manual. En unos 25 minutos fueron recuperadas (las luces) y estuvieron funcionando”.
El funcionario recalca que es la primera vez que un corte de energía provoca el cierre de operaciones de la terminal, pues aunque antes se han suscitado apagones por largo tiempo, el flujo de energía no ha sido intermitente.
Un problema similar se registró en las paradas de la Metrovía. Luego del apagón, los usuarios hicieron largas filas para intentar utilizar el transporte, pues el sistema de ingreso a algunas de las estaciones se realiza de forma automática con el paso de una tarjeta con chip. Sumado a eso, los fusibles de varias puertas se quemaron, lo que también impidió el abordaje de los articulados.
“No hay generadores en las paradas, solo en las terminales y tenemos tres equipos de mantenimiento, pero si la mayoría de las estaciones queda afectada nos vamos a demorar un poco en habilitar el servicio. En el caso del ingreso, el guardia está capacitado para hacer un control manual si hay una emergencia, pero no podemos evitar que el problema se dé, eso no está en nuestras manos”, asegura Leopoldo Falquez, gerente de Metrovía.
En la ciudad, el tránsito también se vio afectado. No solo porque, según comunicó la Comisión de Tránsito del Ecuador, sus servidores informáticos presentaron fallas, lo que evitó que pudieron atender con normalidad y emitir, por ejemplo, citaciones y partes; sino porque las calles se volvieron caóticas en cuestión de segundos, ante la falta de energía en los semáforos.
“Durante el apagón tratamos de cubrir todas las arterias principales más conflictivas con 3, 4 agentes: la Francisco de Orellana, la Martha de Roldós, la 9 de Octubre...”, aseguró la Autoridad de Tránsito Municipal. Aun así, precisaron los conductores, hubo tramos de Sauces y la Alborada que de 18:00 a 21:00 “se pusieron de cabeza”. Incluso hubo residentes, como Darwin Caicedo, de Samanes 4, que salieron de sus casas para con ayuda de una linterna y señas tratar de aliviar el tráfico.
Si bien los hospitales privados, públicos y de la Junta de Beneficencia no presentaron inconvenientes por contar con sus propios generadores, a los centros de salud y dispensarios, a decir de los pacientes, se les cayó el sistema en los servicios de salud, lo que provocó atraso en las consultas y el despacho de la medicación a los enfermos.
Se desconoce el porqué de la falla
Luego de 24 horas del corte, aún se desconocen las causas que lo originaron. El pasado lunes, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable aseguraron que la interrupción se dio por la desconexión del sistema de transmisión en la Subestación Pascuales del Sistema Nacional Interconectado.
Ambos organismos dejaron claro que este último había iniciado los análisis técnicos para determinar la causa que originó la falla en el proceso. Sin embargo, ninguno, pese a que EXPRESO lo solicitó, ofreció los resultados, anticipó cuándo estarían listos o especificó qué tipo de estudios se están realizando.
Expertos consultados, algunos miembros y exmiembros del Colegio Regional de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Litoral, evitaron ahondar en el tema o barajar posibles causas. Pueden ser diversas, dijeron. “Son datos que se complementan en la investigación de campo”.
“En ciertas zonas, se registran desde hace ocho meses”
En Guayaquil las quejas fueron constantes incluso hasta la tarde de ayer. Quienes habitan en las ciudadelas Samanes 7, Sauces 5 y 6, Los Ceibos y en ciertos tramos de vía a la costa; además de La Pradera, Los Esteros y La Saiba, al sur de la ciudad, dijeron estar cansados de los apagones. El del lunes y el ocurrido hace dos meses -aseguran- no han sido los únicos.
Desde el año pasado, “en los últimos ocho meses”, por ejemplo, a Andreína Tandazo, de Sauces 5, se la ha ido la luz siete veces. “Ya se me quemó un equipo de sonido y un televisor. Además he perdido dinero porque tengo un ciber..., sin luz, no percibo ganancias”.
A Javier Centeno, de Los Ceibos, asimismo se le quemó una laptop; y a Suzetty Robles y Patricio Zambrano, ambos de Los Esteros, una lavadora. Los tres, que dicen haber experimentado interrupciones similares desde enero, se preguntan quién responde por los daños. “Lo desconocemos, esta información jamás se hace pública porque las autoridades creen que vivimos en el país perfecto”.
Respecto a ello la CNEL, a través de su departamento de comunicación, confirmó que sí cubren las averías. “Basta que el cliente se acerque a la agencia más cercana y presente la copia de la cédula, la factura del equipo dañado y llene un formulario colgado en la página web”.
Adicional a ello, EXPRESO solicitó información respecto a las razones por las que ciertos barrios presentan cortes esporádicos. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, la respuesta no llegó.