Republicanos. Trump, el único aspirante que queda.

Comienza el combate entre Clinton y Trump

Hillary Clinton es el único obstáculo entre Donald Trump y la Casa Blanca. La posibilidad de que el magnate neoyorquino sea el próximo presidente de Estados Unidos, el comandante en jefe de la primera potencia mundial, quien accederá al botón nuclear y

Hillary Clinton es el único obstáculo entre Donald Trump y la Casa Blanca. La posibilidad de que el magnate neoyorquino sea el próximo presidente de Estados Unidos, el comandante en jefe de la primera potencia mundial, quien accederá al botón nuclear y dirigirá las fuerzas armadas más poderosas de la historia, es más real que nunca.

Único aspirante republicano, tras el retiro de sus rivales por la nominación, entre este agitador de la ira contra el ‘establishment’ y la Casa Blanca se interpondrá, salvo sorpresa mayor, Hillary Clinton, una de las figuras con mayor experiencia en la política de EE. UU., e identificada con ese vilipendiado conglomerado de élites políticas y económicas de Washington y Nueva York.

La ex secretaria de Estado, exsenadora y ex primera dama, perdió el martes en las primarias demócratas de Indiana ante su rival, el senador Bernie Sanders, pero matemáticamente es casi imposible que este le impida coronarse como nominada en julio, una vez que haya concluido oficialmente el proceso de primarias.

“Si Trump es elegido, todo lo que él quiera hacer hará que pase por el Congreso”, dijo a EXPRESO Mery Lou Wrigth, una simpatizante de Sanders, en Indianápolis, el día del voto.

Fríamente observados, los números son inquietantes para Trump y el Partido Republicano. Tras ofender o insultar durante la campaña a latinos, musulmanes, mujeres, negros, discapacitados y a los propios conservadores, Trump tiene a la mayoría del país en contra.

La media de los principales sondeos otorga una ventaja de más de seis puntos a Clinton sobre Trump. Le ve desfavorablemente un 67 % de estadounidenses, un 75 % de mujeres, un 74 % de jóvenes, un 91 % de negros, un 81 % de latinos, un 73 % de blancos con educación superior, un 66 % de mujeres blancas y un 72 % de moderados, según datos del Washington Post y ABC.

No significa que las cifras no puedan cambiar: para esto sirven las campañas.

Para Abdul Hakim Shabazz, director y editorialista de indypolitics.org, “el voto es un proceso emocional” y la gente se basa en eso a la hora de votar.

El sufragio latino es uno de los grandes factores que influirán en quién ocupe la Casa Blanca, afirmó a EXPRESO Julian Teixeira, director de Comunicaciones en el National Council of La Raza en Washington. Él fue uno de los invitados del Centro de Prensa Extranjera (Foreign Press Center) del Departamento de Estado para explicar a periodistas de 24 países cómo funciona el proceso electoral que culminará el 8 de noviembre. La lucha ha comenzado y ambas partes tienen flancos débiles a los que recurrir. Los republicanos sueñan con que el caso de los e-mails (el servidor privado que Clinton usó siendo secretaria de Estado) acabe en manos de la justicia. Por lo pronto Trump sufrió ayer un percance. Con dos expresidentes a su haber, los Bush, la familia republicana más prominente de EE. UU., declinaron apoyar su candidatura para presidente, dándole un revés en sus esfuerzos por unir al fracturado partido.