Leonardo no es de mal carácter, pero reconoce que se vuelve irascible y pierde la paciencia cuando está bajo el potente sol de Guayaquil, y si alguien se cruza en su camino podría pagar los platos rotos. Aquí habría que plantearse una interrogante: ¿las temperaturas altas o bajas alteran la psiquis, humor, emociones, incluso acciones? Jonathan Suárez, experto en psicología social, asegura que inciden, pero no a causa del clima directamente sino por una suma de factores. “Por ejemplo, este chico quizá tenía que pagar su tarjeta de crédito al mediodía, pero son las 11:30 y aún no lo hace, entonces el tráfico y el sol canicular confabulan, sin contar que los vapores de los automotores también inciden. Él no sabe cómo canalizar su ira y estrés, por lo que llega a ser tajante y grosero con quien esté en ese momento”, explica el experto.

Su colega Lady Rojas coincide en que el clima no determina el estado de ánimo, este depende de la percepción del sujeto y la formación de su personalidad. “El clima puede sumar o reforzar un estado de ánimo por el que esté atravesando positiva o negativamente”, dice la experta en salud mental y añade que la conducta es la respuesta de la dinámica entre estímulos internos (sentimientos, pensamientos, salud) y externos (sucesos, lugares, clima).

Hay días y días

“Los días de lluvia pueden provocar tristeza en algunas personas”, dijo a una importante web argentina la licenciada en Psicología Carmela Rivadeneira, quien indicaba que si esos días se extienden, pueden provocar depresión. Asimismo señala que las altas temperaturas generan cierta euforia, que se la sobrelleva mejor si hay una piscina o playa próxima; mas si no hay agua cerca se producen bajones relacionados a la pérdida de sal y presión baja. En esos casos es psicofísico. Cuando hace mucho calor vemos que la gente está más susceptible e irritable. El frío intenso causa hiperactividad, solo al inicio, para entrar en calor. Si persiste, suele limitar la vida, eso deprime. Igual aclara que estas características están sujetas a gustos, costumbres y están relacionadas al confort. “Una persona puede decir que le encantan los climas muy fríos porque puede estar calientita en su casa, pero no diría lo mismo alguien cuya casa es un congelador”, puntualiza la experta.

Espacios cerrados y poco ventilados

Ambientes así hacen que las neuronas se bloqueen, generando malestar, por lo que no es tan aconsejable ir donde el jefe a solicitar algo o entablar un tema de discusión en horarios en los que el calor es más fuerte, es probable que el tiempo que le asigne sea limitado o que reciba respuestas negativas. Las mejores reuniones se dan por la mañana o noche, aunque no es una ley, expone Rojas.

¿Qué hacer?

Identificados los estímulos que le provocan respuestas negativas o positivas, tenga estrategias:

- Si le molesta el sol, esté pendiente de que el aire acondicionado se encuentre en buenas condiciones. Y si no dispone de carro, procure utilizar ropa fresca, sombrero y beba agua.

- Si son días muy fríos o lluviosos y está en casa, aprovéchelos para el arte (escribir, oír música, crear). También es el momento perfecto para procrear hijos, aconseja Rojas.