Un grupo de investigadores de la Universidad de Maastricht, en Holanda, ha puesto en marcha una investigación con las secreciones de una especie de sapo conocida por su poder alucinógeno. Los resultados han superado sus expectativas.

Se trata del sapo del desierto o sapo del Río Colorado. Una glándula en la piel de estos animales hace que segreguen un compuesto denominado 5-metoxi-N,N-dimetiltriptamina. Su potencia le ha representado ser prohibido en muchos países.

La revista de ciencia Psychopharmacology ha publicado el estudio que los científicos hicieron en 42 voluntarios. El experimento consistía en pulverizar las secreciones de este sapo y luego suministrarla, en una dosis moderada, a las personas por inhalación.

Después de 15 segundos, los consumidores experimentan cuadros de euforia, calor y constantes alucinaciones. Los investigadores manifestaron que esta secreción es incluso más potente que el LSD, la mescalina, la psilocibina que se encuentran en algunas setas alucinógenas.

Sin embargo, advirtieron que su uso constante y en dosis exageradas podría causar efectos dañinos para el cuerpo humano como infartos. Esto debido a que la sustancia es parte de una toxina que contiene glucósidos cardiotónicos, sustancias que afectan al corazón.

Los científicos no centraron su investigación en la sustancia vista como una droga. Resaltaron que sería un acertado tratamiento contra enfermedades como la depresión, la ansiedad o el estrés.

Varios de los voluntarios, que sufrían estos casos, admitieron haberse sentido más felices y satisfechos después del experimento. Los investigadores se muestran cautos sobre las posibilidades terapéuticas de la 5-metoxi-N,N-dimetiltriptamina.

Este estudio es el primer acercamiento al uso responsable de esta secreción, pero es temprano para hablar de un posible medicamento a futuro. Los científicos concluyeron en que aún no se verá polvo de sapo en la farmacias.