Crisis. Los moradores de la ciudadela La Fuente llevan casi un mes sin que el agua llegue a sus tuberías.

Un chorro de quejas

Denuncias. Interagua y las empresas públicas tienen permanentemente personal en la Defensoría del Pueblo para atender las quejas que llegan.

Reclamos por las suspensiones no programadas de agua en varios sectores en los últimos meses del 2017 y lo que va de 2018 llegaron en oficio al alcalde Jaime Nebot de parte de los concejales Gustavo Navarro y Lídice Aldás.

“Es incalculable la cantidad de quejas y suspensiones sin aviso que llegan de varios sectores. Queremos saber qué pasa. Hay zonas que registran cortes de agua de más de 24 horas; en otros, peor, de más de tres días. Es importante transparentar”, remarca Navarro.

En la Defensoría del Pueblo se ratifica este escenario con los reclamos y quejas que llegan de la entidad. El coordinador zonal, Franklin Zambrano, detalló a EXPRESO que solo en 2017 se recibieron 562 reclamos de Interagua.

Los sectores que más tienen reparos son los urbano-marginales por falta de cobertura o, incluso, por la baja calidad del agua. La parte urbana consolidada casi no presenta problemas en la Defensoría, cita el funcionario.

Los principales reparos tienen que ver con facturación, falta de provisión del suministro y calidad del agua. Pese a eso, el servicio, reconoce el director, llega al 90 % de la población (Interagua asegura que es al 98 %). Además, de los casos que llegan a la Defensoría, la mayoría tiene solución, remarca.

En respuesta a este tema, Interagua explicó que los cortes no programados tienen que ver con problemas que se presentan en la red en diferentes puntos de la ciudad. “Responden a daños fortuitos. Los ciudadanos no se quedan sin servicio por el corte que se realiza para reparar, sino por el daño en la tubería que hace caer la presión del sistema”.

Solo este fin de semana, en su cuenta de Twitter, Interagua recibió reportes de cortes sin anuncio en La Atarazana y el centro (Antepara y Ballén), una tubería rota en la avenida Segunda y calle 14 de Los Ceibos y una fuga en el kilómetro 18 de la vía a la costa.

Los cortes anunciados con anticipación tienen sus argumentos. Como los trabajos en el acueducto de 1.800 mm en Bastión Popular bloque 1A, que en febrero dejaron sin el líquido a varios barrios del norte y centro-sur de Guayaquil por más de 24 horas. Pero hay casos graves, casi insoportables, a decir de los ciudadanos que los denuncian.

Uno de ellos tiene sin agua ya casi cuatro semanas a la Ciudadela La Fuente, donde viven 200 familias. Cuando llega, lo hace solo una vez al día y otra en la noche. Los residentes pagan hasta $ 30 por medio tanquero, que en familias de cuatro integrantes puede durar hasta tres días, cuando en el mes la planilla cuesta alrededor de $ 14, argumenta Nelly Terán, una de las afectadas.

Interagua sostiene que en el caso de esa ciudadela, hay problemas propios de las redes que fueron instaladas en su momento por el promotor inmobiliario y que sufren frecuentes problemas “que son atendidos y reparados cuando se presentan”. Esto último es desmentido por el administrador, Jimmy Granda: “Ni siquiera contestan el número de atención al cliente”.

Algo parecido ocurre en el cerro de Mapasingue Este, cuyos moradores han enviado una serie de oficios los últimos meses. Allí, explica la entidad, “se está preparando un proyecto de mejoramiento del bombeo hacia la zona más alta, debido a la necesidad de impulsar mayor cantidad de agua, en vista de que la habitacionalidad del sector creció por encima de la cota del reservorio que existe en el sector, lo que disminuye la presión”.

Navarro insiste. “¿Que falla una bomba? ¿Ya sancionaron al contratista? Los argumentos que da Interagua no son suficientes. Tenemos que tratar con el alcalde este tema”.

Se mide la calidad de los servicios

El Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos realiza un sondeo a 810 personas, vía telefónica, con números al azar en diferentes sectores, sobre la calidad de los servicios.

En resultados preliminares, a los que tuvo acceso EXPRESO, se determinó que el 75 % de los encuestados no beben el agua directamente de la llave, que el 69 % creen que el agua de Guayaquil no es apta para consumo humano y que el 48 % han tenido problemas con el alcantarillado en los últimos tres meses. El total de esta encuesta se conocerá esta semana.