Malestar. Varios moradores tienen dificultades para caminar en medio de la tierra, pues se movilizan con sillas.

Calles de tierra rodean a familias de Sauces 1

Planes. Al inicio de la gestión, los vecinos solicitaban que se realice un parque con máquinas para hacer ejercicio. Ahora solo piden que se les ponga cemento.

Cecilia Rodríguez, residente de la ciudadela Sauces 1 desde hace casi 40 años, ya no recuerda el número de veces que por su barrio ha llegado personal municipal para hacer mediciones de todo tipo en las calles de tierra que rodean el sector.

Ella al igual que muchos otros moradores dicen estar desilusionados y ya no confían en los plazos o respuestas que les dan cuando van a solicitar la pavimentación de los callejones que colindan con sus casas.

“Tenemos tanto tiempo que hemos estado reclamando y nada. Vienen y hacen cosas, pero ya no sabemos si será verdad o no, estamos indignados. Somos la única ciudadela que no nos toman en cuenta. Están arreglando otros parques cercanos y ¿por qué a nosotros no nos hacen caso?”, menciona Aida Andrade, otra de las fundadoras del barrio y quien muestra a EXPRESO varias cicatrices de caídas que ha sufrido por caminar y tropezarse en el camino de tierra.

El área está ubicada entre las manzanas 6 y 30 y comprende una calle grande que colinda con una iglesia y tres pequeñas que también están junto a dos escuelas y decenas de viviendas. Según sus moradores, son los únicos espacios de la ciudadela que nunca fueron asfaltados o adoquinados.

“Constantemente vienen a arreglar parques aledaños. Los inauguran varias veces y a nosotros no nos ayudan con esta obra que es muy necesaria. En invierno se hacen lagunas de lodo y nos cuesta salir. Aquí viven personas mayores”, indica Rodríguez.

Carlos Guerrero, otro morador, explica que tres vecinas han realizado gestiones y enviado oficios al Municipio durante 10 años, pero hasta la fecha no han tenido respuestas concretas. “Entre los moradores han puesto piedras de relleno y construyeron esa cancha que antes era de tierra también para poder jugar, pero estas calles no podemos encementarlas solos”, precisa.

Una cuadra más adelante, en la manzana 18, están Mónica Bedón, Blanca Rodríguez y Dolores Ayala. Ellas también tienen oficios del 2015, por otra calle de tierra que tienen frente a sus casas. “Los vecinos ya no quieren ni decir nada porque no nos dan solución al problema. Sentimos que se burlan de nosotros. Dicen que ya está el presupuesto, pero no lo hacen”, dice Bedón.

La esperanza la tienen depositada en un último oficio que recibieron el 12 de marzo pasado, en el que el ingeniero Jorge Berrezueta, de Obras Públicas, le informa al alcalde Jaime Nebot de la insistencia “en la ejecución de los trabajos” que han hecho los moradores.

Están a la espera de una respuesta positiva, pues creen que si la obra no se realiza este año, tendrán que comenzar desde cero con la nueva administración de la ciudad.