
La adaptabilidad, boya contra el desempleo
Cinco de los principales sectores que generan empleo terminaron el 2015 con una alta desvinculación y rotación del personal: construcción, petróleo, automotor, seguros y farmacéutica. Así lo indica el informe de la Situación Económica del Ecuador y su Impacto en el Mercado Salarial y Laboral, de Deloitte. La situación del 2016 no se pinta halagüeña. Por ejemplo, en el sector de la construcción se estima que en el primer mes del nuevo año, la demanda laboral bajaría en un 2,7 % en relación con el mes anterior, según el Estudio Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), de diciembre 2015, del Banco Central del Ecuador (BCE). Ante el escenario, que no es precisamente positivo para generar más empleo, cabe preguntar: ¿Cuál puede ser la boya contra el desempleo? Francisco Alarcón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador, dice a Diario EXPRESO que una de las acciones es que el Gobierno crea un conjunto de leyes que permita la flexibilización o adaptabilidad laboral. Es una opción con la que concuerda Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, y lo sugiere Felipe Larrain, chileno experto en macroeconomía. Alarcón precisa que la legislación laboral ecuatoriana es rígida y eso no es perjudicial para el empresario, sino para el trabajador que quiere acceder a un puesto y busca mantenerlo. ¿Por qué? Arosemena explica que mientras más caro sea desvincular a un colaborador, menos plazas de trabajo se pueden generar y entonces es el trabajador el que pierde al tener menos opciones de trabajo. Así, según Alarcón, “en unos 15 países existe la modalidad de que la semana de trabajo se adapta, para no tener que reducir personal. Se adapta a las necesidades de la producción de la empresa”. Pero, para eso se necesita una reforma legal. “Se podría regresar al contrato de plazo fijo, que permitía a muchos jóvenes estudiar y trabajar. Ahora es imposible con la eliminación de ese sistema”, manifiesta Alarcón. Pero, ¿qué implicaría la flexibilización laboral? Que la fuerza laboral no disminuye, sino las horas trabajadas ante una baja de la demanda, indica Alarcón. Arosemena prefiere usar el término adaptabilidad porque es la palabra que más describe lo que se requiere en tiempo de contracción económica. Ejemplo, en un restaurante se requiere más personal en las horas pico del almuerzo y merienda y es innecesario tenerlo las ocho horas. “Se necesita dinamizar el trabajo por horas, debidamente remunerado, debe costar más el trabajo por hora que una persona estable”, agrega Alarcón. Juan Vareles vicepresidente / CEDOCUT “Tememos más despidos” ¿Tienen algún estudio de cómo estará el empleo en el 2016? El Gobierno y las empresas han puesto sobre los hombros de los trabajadores ecuatorianos la contracción económica del país. Esto quiere decir que hay despidos de trabajadores. El viernes pasado fueron desvinculados 140 trabajadores de un empresa automotriz, también pierden el empleo trabajadores de una empresa de chocolate.Eso como ejemplo. ¿Qué opinan de la solución que dan los empresarios: la adaptabilidad? Tememos que eso implique lo contrario, más despidos, porque será más económico mandar a su casa a un trabajador si la ley del trabajo deja de cuidar con normas bien pensadas al trabajador. También, que baje el salario que se recibe y por eso no estamos de acuerdo con ello. ¿Cuál es el planteamiento del sector de los trabajadores? Debe haber un pacto por el empleo. ¿Qué significa? Que el Gobierno entregue a los empresarios las garantías necesarias para crear plazas de trabajo. Hay que fortalecer sectores como la construcción, pesca y la agroindustria. Que las obras se entreguen a las empresas nacionales y no a extranjeras, como pasó con los hospitales del IESS. LZA