
La academia pide su espacio en la planificacion de la urbe
La inclusión de expertos universitarios ha sido mínima en la agenda de proyectos urbanos. Ciudades como Medellín son ejemplo de un desarrollo participativo.
Trabajar en equipo de la mano de la academia para el desarrollo urbanístico de Guayaquil no es una línea característica del Municipio, al menos no en los últimos años. Los proyectos ejecutados por catedráticos e investigadores han sido puntuales y esporádicos, a diferencia de otras ciudades de la región y el país, que, en cambio, incentivan la participación de las entidades de educación superior, incluso a través de concursos.
En una de sus últimas entrevistas, antes de salir de la Alcaldía, Jaime Nebot enfatizó en que si los académicos querían mejorar la ciudad, tenían que candidatizarse, ganar las elecciones; y recalcó que alguien es “especialista” cuando puede exhibir lo que ha hecho, “no lo que ha estudiado”.
Estas afirmaciones fueron criticadas por docentes como Filiberto Viteri, urbanista y catedrático de la Universidad Católica, quien afirmó entonces que “el académico no tiene aspiraciones políticas. Es un científico con un rol de investigador que descubre datos a veces no agradables de la situación actual de un territorio”.
Guayaquil y la academia registran trabajos mancomunados que pueden contarse de forma fácil. En el periodo de León Febres-Cordero, por ejemplo, hubo un emblemático estudio de vulnerabilidad sísmica en el que participó la Universidad Católica. Y, en la administración de Nebot, esa entidad hizo una lectura del reforzamiento estructural de la terminal terrestre, recuerda Walter Mera, vicerrector de Investigación y posgrado de la Universidad Católica, quien hoy dirige otro proyecto sísmico (ver subnota).
Al inventario de obras proyectadas con la reciente administración pertenece el proyecto Delta, el plan urbanístico que estudiantes de la Universidad de Guayaquil propusieron para hacer sustentable el escenario de la avenida del mismo nombre, y que Nebot aprobó el año pasado.
Aun así, ese escenario dista dimensionalmente con otras administraciones de ciudades de la región, que son ejemplo de sustentabilidad y que cuentan con la academia para los proyectos macro. Ocurre, por ejemplo, en Medellín, donde es incluida para temas de planificación e inclusión social de forma permanente.
Sin ir tan lejos, en el mismo Ecuador hay ejemplos, propone el catedrático y experto en Diseño Urbano, Ricardo Sandoya. El alcalde de Quito acaba de lanzar el concurso para el nuevo trazado vial de la calle Guayaquil y la avenida Seis de Diciembre, está dirigido a academias, estudios y profesionales varios. “En ese momento se entiende la diferencia entre Quito y Guayaquil y se tiene una idea de cómo se trata al profesional que hace investigación”, resalta.
Critica el que los municipios solo buscan a la academia cuando tienen que hacer proyectos de vinculación y pasantías, pero no para que de la masa crítica participe en el planteamiento de la ciudad. “No se valora el potencial que puede tener la academia para el desarrollo de la ciudad”, insiste.
Desde las direcciones de la academia hay distintas posturas sobre el tema. El decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil, Johnny Burgos, y quien también fue director de Proyectos del Municipio, critica que la mayoría de docentes sean profesores de universidad, pero no profesionales de campo. “Tienen titulaciones en papeles pero no en ejercicio, no están preparados para ejercer, y llevar a los proyectos municipales a expertos en escribir y en decir, no basta. Esto es como los bancos. No somos sujetos de crédito”, opina.
Refuta esa postura en cambio Florencio Compte, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica. “Desde la academia se puede aportar mucho, estamos continuamente pensando y repensando a la ciudad y tenemos un diagnóstico de distintas situaciones”.
Recalca, además, que si bien las universidades no han estado del todo aisladas de los proyectos municipales, reuniones de trabajo con el actual director de Urbanismo, Christian Ponce, levantan expectativas positivas en este nuevo periodo. También la alcaldesa Cynthia Viteri afirmó tener las puertas del Cabildo abiertas.
Ivetheyamel Morales, exdecana de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil, insiste en que realmente es muy importante que la academia participe de manera integral.
“En otras partes del mundo las municipalidades trabajan directamente con las universidades para dar una respuesta a la demanda social, pero para eso es necesario alejar el tema político y determinados intereses”, aconseja.
EL DETALLE
Equipo. Cuatro facultades de Arquitectura relevantes existen en Guayaquil. Las de las universidades de Guayaquil, Católica, UEES y Laica.
LOS PROYECTOS REALIZADOS
SISMOS
Fue en la época de Febres-Cordero. Los estudios de vulnerabilidad sísmica se iniciaron en febrero de 1998 con la responsabilidad técnica y científica del Instituto de Investigación y Desarrollo de la Universidad Católica.
TERMINAL
Personal de la Universidad Católica fue llamada por el Cabildo a realizar un estudio estructural de la edificación que actualmente soporta a la terminal terrestre. Fue en la administración de Jaime Nebot.
APRENDAMOS
Como parte de su plan de Vinculación con la Comunidad, la Universidad Casa Grande se comprometió apoyar, con profesores, investigadores y alumnos al programa de TV Educativa Aprendamos.
VOCES
Johnny Burgos, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil
La universidad no es academia, solo tiene a profesores universitarios de determinado nivel, pero que no han sido profesionales de campo. No tienen experiencia.
Florencio Compte, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica
Es deseable que exista una participación de la academia en la planificación de la ciudad. Estamos dispuestos a aportar en lo que hiciera falta y se nos pidiera.
Natalie Wong, decana de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Espíritu Santo
En los proyectos detonantes del desarrollo de Guayaquil debe estar incluida la academia de una forma integral, con aportes de todas las facultades involucradas.
EN AGENDA
Radius prepara otro estudio
EXPRESO dio a conocer esta semana sobre el trabajo de la Universidad Católica para potenciar el Centro de Monitoreo Sísmico de la ciudad.
Walter Mera, vicerrector de Investigación y posgrado de ese centro de estudios, explicó que se trata de un nuevo trabajo en conjunto que se coordinó con el exdirector de Riesgos, Juan Ramírez.
Ahora se tienen conversaciones para hacer un segundo estudio de vulnerabilidad sísmica Radius, adelanta el catedrático e investigador, quien afirma que es una excelente oportunidad para atender temas como la contaminación del estero entre la academia y el gobierno local.
“Somos universidad y respondemos a la Ley de Educación Superior para dar solución a los problemas de la sociedad”, afirma.