Aberrante comportamiento
Como insólito ha calificado la Sociedad Interamericana de Prensa lo actuado por la Supercom multando a siete medios de comunicación colectiva por no reproducir una noticia aparecida en un medio de comunicación argentino, sin el sustento necesario ni debidamente contrastada, tal cual admitió la periodista autora de la nota.
Prescindiendo de la clara intención de la mencionada periodista de incidir en el proceso electoral ecuatoriano, lo cual es intolerable, cabe destacar que el hecho resulta frecuente. Por ello deviene en aberrante. Está totalmente apartado de lo correcto y lo lícito pero, ello tampoco es una situación excepcional, dada la ausencia en el Ecuador de un estado de derecho.
Lo más inaceptable del suceso aquí comentado, es que con seguridad pretende sentar jurisprudencia respecto de publicar todo lo que a juicio de las autoridades gubernamentales resulta de interés general. Por ese camino, pronto habrá que dejar de publicar noticias, contrastadas o no, de hechos que puedan calificarse como crítica negativa al gobierno de turno y, al mismo tiempo, tendrá que destinarse un buen número de periodistas a estar pendientes de lo que publica la prensa en el mundo, para no caer en el “pecado de omisión” del que hoy se acusa a siete medios ecuatorianos.
Cabe, en buena hora, reseñar la reacción ciudadana frente al nuevo atropello. Desde el presidente electo de la república y numerosos dirigentes políticos y sociales, han manifestado su claro repudio a lo actuado por la Supercom; así, el nuevo primer mandatario le pidió públicamente a dicha institución “dejar insubsistente la sanción” y adelantó su intencionalidad de someter a reformas a la Ley de Comunicación para, entre otros asuntos, revalorizar las atribuciones del gobierno para multar a la prensa.
Sí a lo aquí comentado se suman otras arbitrariedades generadas en el uso abusivo de la ley y con pleno irrespeto de los mandatos constitucionales, es oportuno reafirmar en la actual coyuntura, la firme convicción de considerar imprescindible para la buena marcha de la construcción democrática, una prensa libre que sabe que la mejor defensa de la libertad de expresión se realiza ejerciéndola. A ello nos mantenemos comprometidos por respeto a nuestros lectores y a los ideales que inspiraron a EXPRESO desde su fundación.