Un mes atrás, el conjunto Portón de la Palma, en San Sebastián, se convirtió en el escenario de la fuerza descomunal de la naturaleza. El caudal del río Tinajillas, crecido por las intensas lluvias, arremetió contra un muro, provocando su colapso y destruyendo parte del suelo del estacionamiento, cerca de las viviendas.

También el agua irrumpió por las calles, inundando hogares y negocios. La causa fue una tubería del alcantarillado, obsoleta e insuficiente, que no pudo contener el caudal crecido del río.

En este lugar, se construye un colector más grande, capaz de soportar un mayor caudal de agua. Esta obra permitirá que la lluvia fluya directamente hacia el río, evitando futuras inundaciones en el sector La Palma.

Carlos Haro, residente del conjunto por más de 10 años, fue testigo de esta emergencia y cree que las obras que se están realizando les da tranquilidad a él y a sus vecinos, que en su mayoría son personas adultas y de la tercera edad.

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En Rumiñahui, las autoridades han tomado medidas para asegurar el suministro de agua a la población, incluso en las condiciones más adversas. Además de realizar obras preventivas.

Óscar Calero, director de Agua Potable y Alcantarillado, ha puesto en marcha un plan integral para prevenir desastres. Un factor que se ha identificado es que las fuertes lluvias que se registraron en el cantón han desbordado la capacidad del sistema de alcantarillado, convirtiendo las calles en caudalosos ríos y filtrando el agua a través de las rendijas y grietas de las viviendas.

Se ha implementado un plan integral para mejorar la red de agua potable en 12 puntos críticos identificados. El objetivo es evitar el colapso del sistema, que dejaría sin servicio a barrios enteros.

El funcionario explica que para evitar nuevas emergencias se han realizado 4.500 limpiezas de sumideros, abarcando la totalidad de los 3.000 conductos del cantón. “Esta limpieza exhaustiva busca evitar que las alcantarillas se obstruyan y provoquen inundaciones en las calles”.

Además, se reemplazaron 90 rejillas de sumideros y se espera llegar a 300 en los próximos meses. “Las que están en buen estado previenen que la basura y otros objetos entren al sistema de alcantarillado, lo que también ayuda a prevenir inundaciones”, señala.

En puntos críticos como la calle Quito y Atacazo, se ha ampliado el diámetro del sistema de alcantarillado para mejorar la descarga. “Esta medida permitirá que el agua fluya más rápido y baje el riesgo de desbordamientos”.

La fuerza de la naturaleza también se ha hecho sentir con la caída de árboles sobre los cauces de los ríos, poniendo en riesgo la seguridad de la población.

Rodrigo Puga, director de Obras Públicas, describe la situación: “Las lluvias y los vientos han provocado la caída de árboles sobre los ríos, lo que genera un riesgo de formación de diques e inundaciones aguas abajo. Para evitar estas situaciones, se está realizando una campaña de limpieza en los ríos Pita, Santa Clara y en la quebrada Santa Isabel en Fajardo”.

En los próximos 15 días, se iniciarán las siguientes acciones: limpieza de los ríos, se removerán los árboles caídos y otros residuos que obstruyen el cauce.

Se eliminarán la maleza y otros elementos que puedan desestabilizar los taludes y provocar deslizamientos de tierra. Además, erradicarán la planta susanita, una especie invasora que puede obstruir el cauce de los ríos y generar diques.

Los moradores también están atentos ante cualquier emergencia. Rosa López, por ejemplo, junto a un grupo de vecinos en San Sebastián, limpia la basura que se queda entre las rejillas de la alcantarilla de su cuadra.

Para Wilson Tobar, morador de Sangolquí, las medidas que se ejecutan son necesarias para evitar emergencias como el aluvión que impactó por dos ocasiones a La Comuna y La Gasca. “Son hechos que motivan a tomar acciones”.

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