El estrés, la ansiedad y la depresión son los principales enemigos de los quiteños, afectando incluso a aquellos que no lo admiten. En la capital, una ciudad vibrante y llena de contrastes, se esconde una realidad preocupante: la alta tasa de suicidios entre hombres jóvenes que se desencadena por problemas de salud mental. 

A pesar de que las mujeres son las que más buscan ayuda profesional, las estadísticas revelan que son los hombres quienes más se quitan la vida, en su mayoría, debido a la presión social, económica, y a la falta de acceso a tratamiento por razones culturales.

La Primera Encuesta Distrital de Salud Mental de Quito señala que uno de cada cuatro habitantes de la capital considera que tiene algún problema de salud mental. Además, el 80,7% de las personas reconoce vivir un momento “algo estresante” en sus vidas por factores como la situación económica laboral, seguido por presiones, falta de tiempo, relaciones interpersonales y la inseguridad.

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Estas alarmantes cifras son un llamado a la acción para las autoridades, las organizaciones y la sociedad en general.

La Secretaría de Salud está tomando medidas para enfrentar esta crisis. El proyecto de ordenanza sobre salud mental busca dotar de presupuesto a la atención en este campo. Pablo Analuisa, coordinador de Salud Mental, manifiesta que es necesario que la persona reconozca que tiene problemas para iniciar un tratamiento adecuado.

Menciona que se han implementado líneas de ayuda y atención telemática, como el programa de teleconsulta que atiende a personas con inquietudes sobre su salud mental.

Johana Catujamba, psicóloga clínica en Teleconsulta, conoce las necesidades de quienes buscan ayuda para su salud mental. A través de una llamada telefónica, ella y sus colegas brindan apoyo y orientación a personas que atraviesan momentos difíciles. 

El servicio no solo brinda atención individual, también se ofrecen estrategias de afrontamiento para que las personas puedan mejorar su calidad de vida. Además, se realizan derivaciones a psiquiatría en casos de alto riesgo, como esquizofrenia o planificación suicida.

Para la especialista, muchas personas que sufren de problemas no tienen a dónde acudir. Por eso, Teleconsulta se ha convertido en un espacio de escucha y apoyo para quienes viven en situaciones de violencia intrafamiliar, acoso laboral o duelo. 

Dice que se recibe un promedio de cuatro a cinco llamadas en el día, la mayoría son para consultas para un familiar o un amigo. Los casos que a diario se atienden son: ansiedad, depresión, ideación suicida, problemas de pareja, dependencia afectiva , dificultades en duelo, personas víctimas de violencia intrafamiliar o acoso laboral.

Un nuevo espacio para la salud mental

En febrero abrió sus puertas la Unidad de Salud Mental de Quito, un espacio ambulatorio que ofrece atención en psicología infantil, terapia ocupacional, psiquiatría, psicología, salud física y orientación familiar.

Lenin Jácome, responsable de esta entidad, informa que en su primer mes de funcionamiento, la Unidad ha atendido a 498 personas. Entre los casos más frecuentes se encuentran trastornos de ansiedad y depresión, así como casos graves relacionados con el consumo de sustancias, bipolaridad, esquizofrenia e intentos de suicidio.

La unidad cuenta con una sala especial para víctimas de violencia construida con el objetivo de romper el estigma de la salud mental. 

Los colores cálidos y vivos de ese ambiente buscan crear un espacio acogedor y cómodo para los pacientes, alejándose de la estructura médica tradicional. Allí “reciben orientación y el apoyo que necesitan para superar sus dificultades”, detalla.

Salud mental: un derecho

La salud mental es un pilar del bienestar individual y colectivo. En Quito, se ha legalizado su cuidado con la creación de una ordenanza que establece un modelo de atención integral a las personas y estrategias de prevención.

Este modelo articula a las unidades metropolitanas y a los equipos comunitarios de salud, con el fin de brindar una atención completa y personalizada a las necesidades de la población en la ciudad.

La Secretaría del ramo elaborará un Plan de Salud Mental para el DMQ, que incluirá estrategias específicas para la prevención del suicidio, como la instalación de barreras físicas en puentes identificados como puntos de riesgo.

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