El Concejo Metropolitano de Quito ha dado un paso histórico en la lucha por la salud mental al aprobar la Ordenanza Metropolitana de la Promoción, Prevención, Atención y Gestión Comunitaria de la Salud Mental. Esta iniciativa surge como respuesta a una realidad alarmante:

• 24% de la población quiteña enfrenta problemas de salud mental, principalmente depresión, ansiedad y pánico.
• 93% sufre de estrés.
• 71% padece de irritabilidad.
• 7% se encuentra en alto riesgo de suicidio.

Más que estadísticas, estas cifras representan personas con necesidades reales, con miedos y dolor. La vicealcaldesa, María Fernanda Racines, lo resume con contundencia: "No está mal pedir ayuda, lo que está mal es no contar con los mecanismos desde los gobiernos para prestar ayuda a las personas que lo necesitan".

La nueva ordenanza busca transformar esa realidad. Entre sus medidas más destacadas encontramos:

• Creación de espacios seguros: Lugares donde las personas podrán recibir apoyo profesional para disipar problemas de ansiedad y depresión.
• Vallado de puentes con alta incidencia de suicidios: El Puente El Chiche es uno de los primeros en ser intervenido.
• Institución del 15 de octubre como Día del Duelo Gestacional y Perinatal: Un espacio para visibilizar y acompañar a las familias que han vivido la pérdida de un hijo, iniciativa impulsada por la Fundación Nicolás. 

Estefanía Erazo, presidenta de la Fundación Nicolás, resalta la importancia de este día: "El 25% de las mujeres embarazadas pierden a sus bebés en diferentes etapas, y el impacto emocional de esa pérdida es profundo. Es crucial que las familias reciban apoyo psicológico para transformar el dolor en amor".

La Ordenanza de Salud Mental no solo representa un conjunto de medidas, sino un compromiso real con el bienestar de la población quiteña. Es un paso crucial para construir una ciudad más sana, resiliente y compasiva.

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