Un problema serio. Así califica el Municipio de Quito a la proliferación del comercio autónomo no regularizado en el espacio público de la capital.

Las acciones para controlar ese tipo de ventas ambulantes se fortalecerán con la entrega de nuevo equipamiento al Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (CACM).

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Los implementos servirán para ejecutar operativos en las zonas más críticas de la ciudad, aseguró este 11 de marzo el alcalde de la capital, Pabel Muñoz. Se trata de 17 camionetas y 1.200 uniformes, cuya inversión supera los 716.000 dólares.

Los vehículos e indumentaria “ayudarán al trabajo del ordenamiento y control del espacio público, lo cual contribuirá con la seguridad y la convivencia pacífica en la ciudad”, aseguró el alcalde en su informe semanal Frecuencia quiteña.

Frente a los cuestionamientos por la falta de soluciones efectivas, el funcionario dijo que “no es cuestión de que hagamos chasquidos con los dedos y desaparece el comercio autónomo”. A su parecer, el aumento de desempleo en la ciudad habría propiciado a que las personas ocupen las veredas, calles y parques para ejercer esa actividad informal, que es más frecuente en el Centro Histórico y en sectores como Cotocollao, Comité del Pueblo, Calderón (norte) y en Nueva Aurora, Chillogallo (sur).

Aunque ese tipo de ventas desordenadas representa un problema para la ciudad, Muñoz manifiesta que “prefiero lidiar y ordenar el comercio autónomo que tener gente haciendo delincuencia o como habitantes de calle”.

En la última semana, del 28 de febrero al 5 de marzo, la Secretaría de Seguridad informó que 65 comerciantes autónomos no regularizados fueron retirados del espacio público. Además, cinco personas que se dedican a esa actividad fueron sancionadas en varios sectores.

En cambio, se hicieron 20 actos de retiro de habitantes de calle y cuatro ciudadanos en esa condición fueron trasladados a casas de acogida.

Adicional a los controles, que ejecutan los agentes y sanciona la Agencia Metropolitana de Control (AMC), el Cabildo plantea otras soluciones frente al comercio informal. El alcalde habló de habilitar espacios y reubicar a los comerciantes no regularizados. También analiza impulsar proyectos para fomentar inversiones y promover el empleo en Quito.

La utilización del espacio público para una actividad comercial sin la autorización del Municipio se sanciona según lo establece el artículo 3407 de la Ordenanza No.52-2023.

Esa normativa señala que ese tipo de infractores serán multados con el 0,5% de una remuneración básica unificada, que equivale a 230 dólares.

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