Lo más sensato

Llega un punto en que la población no soporta más la opresión, o la imposición, o el miedo, o la pasividad de los gobernantes y reacciona de forma descontrolada, buscando una solución radical al problema que la agobia’.

La violencia llegó a los hospitales y ronda las universidades. Tiene sometido al comercio, a los restaurantes, y a los ciudadanos los mantiene presos en sus domicilios. Pero la gente se cansa. Llega un punto en que la población no soporta más la opresión, o la imposición, o el miedo, o la pasividad de los gobernantes y reacciona de forma descontrolada, buscando una solución radical al problema que la agobia.

En Irán las mujeres se están sacando el velo y protestando tras la injusta y absurda muerte de una joven porque no llevaba bien puesto el ‘hiyab’. En China, los habitantes de una ciudad industrial se están revelando contra el confinamiento impuesto por el gobierno, empecinado en reducir a cero un nuevo brote de covid. En nuestro país, la población se siente cada día más indefensa frente al avance de la violencia y la delincuencia, sin que las medidas adoptadas por el Estado resuelvan la grave crisis de inseguridad; la gente quiere vivir tranquila, sentirse libre, protegida y desenvolverse en paz. Ante la incapacidad de la fuerza pública para contrarrestar el auge delictivo, la ciudadanía podría empezar a autodefenderse, a repeler delincuentes por cuenta propia. Es preferible y también lo más sensato, empezar a discutir la regulación del porte y tenencia de armas, antes de que sea tarde.