La inteligencia policial cojea

La cooperación internacional es indispensable si Ecuador no quiere ver reflejada su historia en la de Colombia de los grandes carteles y capos de la mafia. Y a esta debe sumarse la colaboración de todos...

Fue todo, menos espontáneo. Fue organizado, sistematizado y con un mensaje claro: el crimen organizado tiene la capacidad para estructurarse de tal manera que provoca atentados simultáneos en dos ciudades del país. Todo esto frente a los ojos de las autoridades y de los ciudadanos. Espontáneo fue el peor de todos los adjetivos que pudo utilizar una autoridad como el comandante de la Policía Nacional para calificar esta serie de hechos en contra de Guayaquil y Esmeraldas. Está más que claro que la inteligencia policial, el primer filtro de seguridad para alertar de estos hechos, registra una seria deficiencia. Si este primer control no funciona, simplemente no hay capacidad de acción. Señalar las falencias de una institución noble como la Policía no ubica a esos críticos en el lado de ‘los malos’. Las autoridades deben recibir esos cuestionamientos como lo que son: alertas para que mejoren por el bien de todos.

La cooperación internacional es indispensable si Ecuador no quiere ver reflejada su historia en la de Colombia de los grandes carteles y capos de la mafia. Y a esta debe sumarse la colaboración de todos: sociedad civil, sector empresarial, academia, autoridades, organizaciones sin fines de lucro, corrientes religiosas. Sin unidad, las mafias a través de su mejor arma, el miedo, seguirán ganando terreno.