Día del soberano, fin de las promesas

"En tiempos de pandemia, corrupción, simulación, prófugos sentenciados y de justicia tardía"
La democracia se nutre, reproduce y consolida en la capacidad continua de renovación y proyección, que no es solo el derecho que tienen los votantes de elegir y ser elegido. Va más allá, pues ser ciudadano supone e impone la vigilancia sobre la calidad, prestigio y validez de las leyes, las instituciones y la democracia. Exige que la cuide, proteja y que esté dispuesto a defender no solo la libertad de elegir sino la libertad de ser ciudadano pleno; que pueda criticar, fiscalizar y destituir al candidato que prefiera hoy. Eso es en esencia la democracia. Sin esta facultad del ciudadano solo habrá votantes y electores que no se interesan por el destino del país. Por eso el día de hoy es de la mucha responsabilidad que tiene el soberano para pensar a quien elige porque en esa raya con que pondrá su voto se juega el destino de una sociedad que ya sufre mucho el flagelo de la pandemia de la corrupción y el cinismo de los ladrones y saqueadores de los fondos públicos.
El votante es el único soberano en momentos de incertidumbre, pues vivimos una aguda crisis fiscal, de institucionalidad y profundo deterioro ético. Los valores los han rifado, haciéndolos un perreo de burla cotidiana que los políticos crean y expanden masivamente. Por eso junto al temor de la pandemia y la angustia del desempleo, ingresos, inseguridad e incierta vacuna que no termina de llegar, crece un estrés general. Está en todos los sectores, medios hacia abajo. Solo la burocracia dorada y centralista sigue feliz. También los saqueadores sinvergüenzas siguen gozando de simpatía. Conocen que de su casa al recinto electoral hay una distancia donde el COVID-19 y lo masivo del acto lo pueden afectar. Sabe que en las mesas le esperan varias sábanas: presidente, asambleístas nacionales, provinciales y Parlamento Andino. Recuperando su libertad de decisión y elección, la democracia ecuatoriana se consolida. Claro, si es que los partidos y organizaciones han tratado de hacer un mejor ciudadano y no este volumen ofensivo a la vista y al sentido común. En tiempos de pandemia, corrupción, simulación, prófugos sentenciados y de justicia tardía. “La ignorancia del votante en una democracia perjudica la seguridad de todos” (J. F. Kennedy). Esto es preciso saberlo.