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El Tour de Francia

Avatar del Lourdes Luque

"...resaltar que a los ecuatorianos, en cualquier cancha que nos puedan poner, si tenemos visión, buena preparación, una gran familia, un buen equipo y sobre todo pasión en el corazón, nada nos puede detener"

Hoy, mientras ustedes leen estas líneas, Richard Carapaz habrá finalizado la etapa 18 del Tour de Francia. Es la carrera de más importancia en el mundo ciclístico; si la Locomotora del Carchi sigue así llegará en tercer lugar, consagrándose como uno de los mejores ciclistas del mundo. Va a cuatro segundos de Vingegaard.

No soy fan del ciclismo, pero sí de Carapaz y gracias a él, de las carreras europeas que son mágicas, atraviesa los pueblos, senderos y áreas naturales bellas, junto con la explicación de la historia y cultura de cada sitio del viejo continente. Lo sigo desde el 2018 cuando ganó la primera etapa en la vuelta a Asturias. A ese triunfo le siguieron ser el mejor joven en el Giro de Italia, quedando en la cuarta posición general. El 2019 fue el gran vencedor del Giro de Italia. El mismo año mantuvo su triunfo en la vuelta a Asturias. En su primer Tour de Francia el año pasado, llegó segundo, luego del fenómeno que es Pogacar. La siguiente vuelta a España también llegó segundo tras Roglic.

Esta narración tiene doble motivo. Primero, resaltar que a los ecuatorianos, en cualquier cancha que nos puedan poner, si tenemos visión, buena preparación, una gran familia, un buen equipo y sobre todo pasión en el corazón, nada nos puede detener. Los nombres que he mencionado son daneses y eslovenos, cuya contextura física de origen eslavo y germánico los hace físicamente más dotados para competir por tres semanas seguidas, además de que en sus países la inversión del Estado y de la empresa privada en el desarrollo del ciclismo es inmensa. Segundo, ¿y si el Gobierno del encuentro prioriza una alianza entre el Ministerio de Deportes y el Ministerio de Turismo, arrancando un circuito ciclístico en Ecuador? Nuestros pueblos, bosques, manglares, nevados, playas y cultura tienen mucho que mostrar al mundo en esa ventana. Richie ya está haciendo su parte: el campeón del Giro de Italia ya lidera la escuela de alto rendimiento que funciona en El Carmelo, en el Carchi, humilde lugar donde él hace 28 años nació. Nos faltan dos elementos, decisión política y que la inversión privada en el deporte sea deducible del impuesto a la renta. Dos lecciones, un personaje… ¡Gracias Carapaz!