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Se acaba junio

Avatar del Fausto Ortiz

En tiempos de inteligencia artificial e información deberían brindarnos predicciones más oportunas para tomar decisiones

En mayo, los bancos centrales de Colombia, Perú y Chile ya informaban los resultados del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre de 2023 con respecto a igual periodo de 2022, dando a conocer el crecimiento de 3 %, y las caídas de 0,4 % y 0,6 % respectivamente para dichos países.

Ya se acerca el segundo semestre, y recién la próxima semana el Banco Central del Ecuador informará el comportamiento de la economía ecuatoriana para el primer trimestre del año. La información del semestre la tendremos a fines de septiembre.

Sería interesante conocer si existen planes que permitan informar más rápido cómo se comporta la economía. En tiempos de inteligencia artificial e información que brindan, por ejemplo, las tendencias de Google que ‘conocen’ qué hacemos y qué consumimos, deberían brindarnos predicciones más oportunas para tomar decisiones. Debemos avanzar pronto.

La próxima semana el BCE también nos señalará la nueva estimación del crecimiento anual. Hoy es 2,6 % para el año 2023. Sin incluir el potencial efecto de El Niño sobre la economía es posible esperar una reducción en dicha expectativa como consecuencia de la muerte cruzada y un proceso electoral no programado que poco hacen para ayudar al crecimiento económico.

El Gasto total promedio del Presupuesto del Estado en los primeros cinco meses del presente año fue USD 1.957 millones (M). En los primeros 34 días de vigencia de la muerte cruzada, el Gasto total va en USD 2.080 M. Cifras muy similares como para señalar que el Gobierno ha puesto marcha rápida al gasto para ser responsable del poco crecimiento que mostrará el 2023.

Por el lado de los Ingresos, la situación pinta compleja. Mientras que hasta mayo el promedio de Ingresos fue de USD 1.809 M, en estos días de tranquilidad sin Asamblea, los Ingresos no llegaron a los USD 1.600 M. Señalar al petróleo, que aporta recursos a menor ritmo, e impuestos que no tendrán picos, como aquellos que brindaron las fechas de pago de impuesto a la renta de marzo y abril, es adecuado. El segundo semestre mantendrá la tónica en ingresos tenues, pero crecerá mucho más el gasto, financiado con deuda que se muestra esquiva y atrasos como quizás no se vieron en años recientes.

Sin el empuje del gasto estatal, nos toca mirar hacia el sector privado y observar qué tan bien van sus ventas. El Ministerio de Producción reporta que en marzo 2023 las ventas con relación al mismo mes del año pasado crecieron 2,6 % y si tomamos cifras del SRI para el primer trimestre, el crecimiento anual fue 5,6 %, lo que nos indica que los dos meses previos tuvieron mejor comportamiento.

Ese 5,6 % luce bueno al ser superior que el 0,2 % de inflación acumulada hasta marzo, sin embargo es mucho más bajo que el crecimiento del año pasado para el mismo período, que fue 18 %. Es igual que el registrado en 2019, año en que la economía creció 0 % por el muy mal desempeño de los siguientes trimestres.

Falta empuje del sector público y falta respuesta del sector privado. El Gobierno con su Decreto Ley tributario apostó por recursos en poder del sector privado para que en algo dinamice la economía, pero le deja la tarea al próximo gobierno de encontrar un ritmo, no precisamente el que quisiera, sino uno impuesto.