Fausto Ortiz | Otra vez el riesgo país

Las encuestas que empezarán a efectuarse desde el mismo momento del debate nos generarán información en los siguientes días
En los últimos 40 días (21 de agosto hasta hoy) el indicador de Riesgo País se ha ubicado en 1.780 puntos en promedio. En los 40 días previos a la primera vuelta se ubicó en 1874. Se ha registrado una leve mejora, pero poco alentadora al momento de observar el mercado internacional de bonos de deuda externa como una fuente de acceso al financiamiento de nuestro abultado déficit fiscal. A la fecha actual el riesgo país señala que nuestros bonos se negocian en promedio sobre 22 % de rendimiento y un par de meses atrás, sobre 23 %. En ambos casos la puerta a este financiamiento está cerrada. El mensaje es claro: mira para otro lado.
Ni el elevado precio del petróleo que se registra por estas fechas ha logrado un mayor ‘desplome’ del indicador. Se supone que más ingresos por petróleo en el presupuesto significa menor déficit fiscal y menos urgencia por deuda, sin embargo para este año el mejor precio solo aportará USD 300 millones adicionales en un déficit que supera los USD 4.000 millones. Insuficiente para este 2023.
Algunas horas después, en este domingo, escucharemos atentos el debate presidencial y días después seguiremos sus repercusiones en cualquier formato, incluso memes y cadenas que llegarán principalmente a nuestros celulares. Los tenedores de nuestros bonos de deuda externa, como muchos, tomarán acciones y estas afectarán el nivel de riesgo país desde el siguiente día hábil.
Será un ejercicio interesante estar sentado frente a la pantalla viendo qué tanto han mejorado los finalistas desde el anterior debate con muchos candidatos. Hoy el uno a uno deberá ser diferente, las estrategias deben haber cambiado. Las necesidades son diferentes, por un lado la calma y por el otro la desesperación. El trabajo que hayan logrado hacer las ‘esquinas’ será básico. No solo será necesario presentar el listado de las obras que pretenden ejecutar en los siguientes meses, también necesitan entender qué quieren los indecisos, ya que para ellos es el debate. Para quienes tenemos definido el voto aportarán muy poco las promesas de campaña que se puedan señalar en la película que observaremos. Incluso sabemos que mucho de lo que ofrezcan será complicado ponerlo en práctica por la falta de recursos. Si no hay un claro ganador, lo que se debería esperar es que los que no tenían definido su voto al final terminen votando en la misma proporción de aquellos que sí lo tienen claro.
Coincido en que quisiéramos escuchar los cómo, de qué forma van a implementar los múltiples ofrecimientos y el sin número de gastos que se requieren para ponerlos en práctica, pero el debate presidencial está lejos de señalar aquello, para eso tenemos que esperar a la noche del 15 de octubre.
Hoy será un día de reafirmación o cambio. Y las encuestas que empezarán a efectuarse desde el mismo momento del debate nos generarán información en los siguientes días. Por mi parte al día siguiente observaré cómo abre el precio y rendimiento de nuestros tres bonos de deuda externa, sabiendo que señalar quién ganará las elecciones a través de lo que muestren los resultados del riesgo país de los siguientes días, tendrá algo más de certeza que lo que nos diga la lectura de una taza de café o el cigarrillo o el Tarot.