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Vientos de izquierda

Avatar del Diana Acosta

La victoria del joven socialista Gabriel Boric a la presidencia de Chile trae un profundo mensaje para la región, y es que soplan nuevamente vientos de izquierda en el sur del continente. Sin duda, su triunfo es la respuesta de un pueblo que se cansó del tipo de gobierno ejecutado por la ultraderecha de ese país. No es menor el detalle, esta tendencia tiene a buena parte de América del Sur bajo sus dominios, y el factor común es la decepción hacia los gobiernos de turno, que los empuja a votar contra esa tendencia en señal de rechazo.

La juventud clama por justicia social, empleos sin perder derechos, no más privatizaciones, salud, seguridad. Es eso lo que deben mirar los mandatarios, prestar atención a los problemas que realmente importan a sus ciudadanos, para que no exista un estallido social y rechazo a los gobiernos que no han volteado su mirada al pueblo.

El merecido reconocimiento al gobierno por el éxito en el plan de vacunación tuvo su momento, ahora ya deben atender con premura otros asuntos relevantes para el quehacer nacional, como la reducción del desempleo, la reactivación económica, tratados de libre comercio, incremento de la inversión extranjera, corregir la falta de medicamentos y la desprolija atención en las entidades del sistema de salud pública, combate a la delincuencia, narcotráfico, corrupción, precariedad laboral, entre otros que conforman la abultada lista de tareas pendientes que decepcionan al pueblo.

Como muestra de las medidas tomadas sin alcanzar su objetivo, tenemos los estados de excepción, entre esos, el emitido por grave conmoción interna en varias provincias , que ya concluyó sin resultado alguno, y el estado de excepción decretado por la grave crisis carcelaria, que terminará en pocos días, sin que hasta ahora se tenga el control de las cárceles.

El Ejecutivo hasta ahora le queda debiendo al país, falta mucho por hacer y bastante por iniciar.

Mis queridos lectores a pesar de tanto contratiempo, siempre recordemos que el éxito depende de nuestras capacidades, esfuerzo y decisión para lograrlo.

¡Feliz Navidad!