Columnas

Todo cambia y nada cambia

Parecería que el voto informado es un mito

Terminamos otra campaña electoral y me pregunto si ustedes vieron algo innovador, una propuesta clara y acorde con las competencias de municipios y prefecturas, candidatos capaces… o si , como yo, sólo fueron testigos de un carnaval de populismo, mentiras y oraciones trilladas.

Este periodo me quedó debiendo en todo sentido. Claro que había candidatos nuevos, con caras frescas, pero vacíos en propuestas. Ser nuevo, pertenecer a un partido antiguo o tener experiencia no garantiza capacidad para el cargo. La mayoría de los aspirantes estuvo tratando de atacar al de turno o tuvo grandes carencias en sus planes de trabajo.

Si las previsiones se cumplen, lamentaré comprobar que en todas las ciudades del país solo estamos dando vueltas en círculos. Como lo escribió Giambattista Vico, la historia no avanza de forma lineal, impulsada por el progreso, sino en forma de ciclos que se repiten.

Nos quejamos en redes sociales pero, al momento de elegir, preferimos al malo conocido que al bueno por conocer. Criticamos a los candidatos populistas pero votamos por ellos; queremos caras nuevas pero no logran conectar con nosotros. Y no, las redes sociales no malograron las campañas electorales. El vacío de contenido ya se sentía desde hace más de cuarenta años.

Pensé en algún momento que las nuevas tecnologías ayudarían a democratizar la información para elegir mejor y fiscalizar de manera efectiva que todos cumplan las reglas. Me equivoqué.

Desde el Consejo Nacional Electoral se permitieron toda clase de abusos en el origen y uso de los recursos, en las campañas anticipadas y con fondos públicos. La explicación de esta falta de control, aunque real, asombra: “no tenemos gente”.

¿Cómo podríamos informarnos sobre las propuestas de alcaldes, prefectos, representantes a juntas parroquiales, al Consejo de Participación de Ciudadana y Control Social y el referéndum en tan poco tiempo? ¿Haremos una elección reflexiva o también haremos más de lo mismo, votar como un trámite?

Parecería que el voto informado es un mito. Que las elecciones en general nos colocan en medio de una trampa y nosotros ya hemos tirado la toalla, conformándonos con ser actores secundarios en una historia repetida.