Columnas

El deporte también es prioritario

¿Qué justificación existe para que expresidentes de la República gocen de pensiones de por vida?

El extraordinario éxito logrado por Richard Carapaz en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, como resultado de su vida de sacrificio y tenacidad en el ciclismo, hace que el deporte sea tratado como prioridad de Estado. Es innegable el poder que este tiene cuando se lo dirige, conduce y practica con alta responsabilidad, como debe ser tratada una actividad humana que prepara físicamente a los atletas y los forma éticamente, pues el deporte olímpico constituye una filosofía de vida. El Estado debe considerar que es una de sus obligaciones trascendentales, como la seguridad, la salud, la economía, la de preocuparse a fondo del deporte. No con frases bonitas, sino con hechos reales. Que manifieste claramente que se preocupa por el futuro de nuestra niñez y juventud, en lugar de dictar leyes que permiten el uso “mínimo” de drogas alucinantes que alimentan el microtráfico en beneficio de grandes carteles. Que nunca más el Estado meta la mano para reorganizar las entidades rectoras del deporte, como hicieron Correa y su ministro de Deportes de esa época. Que no se violente por parte del Estado la autonomía de las entidades rectoras del deporte, que viola la Carta Olímpica está garantizada por la Carta Magna. El Ministerio de Deporte está en obligación de restablecer en escuelas, colegios, universidades y más entidades de educación la práctica del deporte, como era antes, con resultados extraordinarios por parte de nuestros jóvenes, para que nuevamente se practiquen deportes que dieron prez y orgullo a Ecuador. Hoy, lamentablemente, no practicamos masivamente ningún deporte, excepto un mal llamado fútbol profesional. El Estado debe legislar para que a través de los organismos deportivos correspondientes se entregue a los atletas de élite determinadas cantidades de dinero para que se preparen en forma debida y no tengan que “mendigar” para comprar los implementos propios de su deporte. Y establecer una renta vitalicia a favor de quienes hayan llegado a los más altos niveles en sus participaciones internacionales. ¿Qué justificación existe para que expresidentes de la República gocen de pensiones de por vida? Con procedimientos como estos puede aspirarse a que el deporte se supere y sus atletas vean que sus esfuerzos no cayeron en el vacío.