Salamanca no otorga
Las mejores universidades ecuatorianas son así porque tal vez su asimilación a los mejores funciona de otro modo y no a través del negocio, que daña todo, comenzando con la corrupción.
En la enseñanza universitaria varios planteles ecuatorianos están de plácemes porque forman parte del grupo de los mejores. Uno es de Loja, otro de Cuenca, los demás de Quito y Guayaquil. La perspectiva es de particular importancia pues los mejores de los mejores son 10 universidades, todas de Reino Unido y Estados Unidos. En contraste, las mejores universidades ecuatorianas pueden competir entre sí mas no contra estas 10. Pero basta el hecho de que las ecuatorianas han mejorado y están volviéndose competitivas; las 10 mejores están ahí por ejercer liderazgo sostenido y de larga data. España tuvo también su oportunidad durante su imperio y Salamanca era el símbolo. Hoy no, pero la frase quedó: Lo que la naturaleza no da, Salamanca no otorga; es decir que aun siendo la mejor todo depende de cómo el estudiante que se forma en una profesión tiene aptitud para ello y su valor se mide cuando el equipo lo dirige un profesor con vocación y que sabe innovar. Lo demás queda en el alumno. Si la naturaleza no lo ha dotado para que maneje su vocación, aun en la mejor universidad corre peligro de fracasar. Se han dado casos de profesores que estudian para enseñar y alumnos que enseñan a sus profesores, pero son minoría y ahí la ética tiene rol revolucionario. Las universidades dejaron la política pero siguen pegadas a la desesperación por el dinero. Y eso no es liderazgo, es codicia. Las mejores universidades ecuatorianas son así porque tal vez su asimilación a los mejores funciona de otro modo y no a través del negocio, que daña todo, comenzando con la corrupción.
Francisco Bayancela G.