La resistencia burocrática, mal del Ecuador

Necesitamos progreso, trabajo para tanta gente que ha hecho del país una feria ambulante

La gente se interesa por la verdad, transparencia, honestidad y eficiencia. Y se harta de la resistencia de malos empleados de la administración pública; ninguna institución o empresa administrada por el Estado se salva. Crean dificultades para vender favores, manifiestan que “ayudan”; ellos tienen obligación de servir pues los ciudadanos pagan sus sueldos. Todo está sin resolver. El imaginario de la gente está en el gobierno dictatorial de los 14 años. En democracia el presidente no puede resolver los asuntos legislativos, judiciales, municipales, electorales; sin embargo, le echan la culpa a Lasso. La droga capturada deben quemarla, en cualquier momento asaltan el lugar donde se encuentra. ¿Cuándo les toca a los peces gordos de los sicarios? No nos comemos el cuento de que los crímenes se dan por territorio. Los jueces y fiscales sin remordimiento hacen perder tiempo y dinero al suspender audiencias. Tantas investigaciones previas y no terminan, si no fuera por EE.UU. ni lo poco que tenemos supiéramos. Cualquiera que tome la dirección de la Asamblea hará lo mismo: oposición o colaboración; siempre ha sido así. Las bancadas quieren que sus asambleístas capten la dirección, ¿para qué? Ya la han tenido y qué han hecho. En todo manda la burocracia, les hacen temer a los políticos. Al presidente se le puede pasar el tren; desde el año pasado debió convocar a consulta. Necesitamos progreso, trabajo para tanta gente que ha hecho del país una feria ambulante.

Ab. Franklin Lituma Manzo