Ni un paso atrás contra el crimen organizado

Es hora de “tomar partido” o lavarse las manos

Cuando las fronteras de la patria eran amenazadas por un enemigo externo, todos los ecuatorianos, sin importar su edad, sexo, actividad profesional, orientación política o religión, “cerraban filas” y al unísono se manifestaban en defensa de nuestra soberanía e integridad territorial diciendo “ni un paso atrás”; ninguno se atrevía a no tomar partido. Así, los referentes de la sociedad ecuatoriana: líderes políticos, presidentes de las funciones del estado, asambleístas, académicos, dirigentes sindicales y de movimientos sociales, representantes de las cámaras, trabajadores públicos, privados y sociedad en general, frente a los medios de comunicación, se expresaban en apoyo a la causa nacional, so pena de merecer el calificativo de “traidor a la patria”. Así la sociedad ecuatoriana reaccionaba ante ese enemigo y aunaba todos sus esfuerzos para derrotarlo y destruirlo, porque la supervivencia de nuestro país estaba en juego.

Ahora no están amenazadas nuestras fronteras, un nuevo enemigo está en nuestro territorio, uno que a diferencia del anterior no lleva uniforme, se mezcla entre nosotros, no tiene normas y reglas de enfrentamiento y su campo de batalla son las ciudades de nuestro país. Ese enemigo es el que se está tomando nuestros campos, ciudades, escuelas y universidades, el que nos está arrebatando las libertades, quitando la tranquilidad, cambiando nuestra forma de vivir, segando la vida de nuestros seres queridos y llevándose los sueños y aspiraciones de nuestros hijos.

El presidente de la República, máxima autoridad del Poder Ejecutivo, se ha manifestado en contra de este enemigo cuyo poder proviene de fuera de nuestras fronteras, y ha dicho que comprometerá todos los esfuerzos para destruirlo.

Los ecuatorianos estamos a la espera del pronunciamiento y acciones del resto de las Funciones del Estado, asambleístas, líderes políticos, dirigentes de movimientos sociales y sindicales ante esta amenaza a nuestra supervivencia. Es hora de “tomar partido” o lavarse las manos.

Nicolás Gortaire Padovani