Mi bandera tricolor

Debemos poner en alto siempre los símbolos patrios, respetarlos y estar orgullosos de ellos, pues representan nuestra soberanía

¡Tricolor que orgulloso flameas, tu donaire y vaivén me estremece; siento en mi alma el amor que florece, con arrobo y orgullo por ti! ¡Ante ti, reverente me inclino, patria mía, plasmada en el lienzo, juro amarte, cuidar tu destino y mi aliento entregarte hasta el fin! ¡Y si osaran rasgar tu figura..., te cubriré bandera con mi pecho y como escudo de filial pasión..., derramaré mi sangre en tu lecho! ¡Que las hordas de horror no sean lastre, corrupción, deshonor y lisura! ¡Porque tú dignificas la gloria, de brillar con honor sin bravura! Debes seguir brillando en el corazón de ecuatorianos y no ecuatorianos pero que residen aquí. Debes estar flameando en los hogares, instituciones públicas, privadas, colegios, universidades, centros comerciales, hospitales, estadios, etc. para que el civismo inunde los corazones y aunados en una sola bandera, fortalecer a nuestro Ecuador. Debemos poner en alto siempre los símbolos patrios, respetarlos y estar orgullosos de ellos, pues representan nuestra soberanía. En cada fecha gloriosa debemos recordarlos e implementar en los centros educativos el Lunes cultural, para que el amor hacia ellos esté a flor de piel. Este 26 de septiembre, Día de la Bandera, quisiera que en todo el país ella ondee como muestra de patriotismo; elevará el alma y renacerá la hermandad, tan venida a menos, estos últimos tiempos.

Myrna Jurado de Cobo