La ética en la investigación

Al hablar de ética nos acordamos de valores, de lo correcto o de lo contrario: lo indeseable. La ciencia busca la verdad objetiva, por lo tanto, el hombre encamina sus procederes para encontrar esa verdad ligada de la mano con la ética hacia el crecimiento científico. La sociedad del conocimiento, con énfasis en la producción científica, puede verse empañada por las malas prácticas. Pero, ¿la investigación puede considerarse científica? Algunos autores concuerdan en una serie de valores que surgen de la propia ciencia, cuyo fin es buscar la verdad. Es decir, se vive en un mundo basado en la investigación, mediante el uso de instrumentos, que pueden ser utilizados de forma correcta o incorrecta (develar nombres de los objetos de estudio o aprovecharse de la información con fines de lucro). Entonces, ¿es importante la ética en la investigación? Sí, porque esta debe desarrollarse con conciencia, es decir que los resultados generados deben ser correctamente utilizados.

La investigación ha traído progreso, más también destrucción. Por ejemplo, ¿qué tan ética es la clonación humana? o el ¿genoma humano? ¿Qué dicen las normas éticas de investigación? Reiterando lo anterior, debe buscarse la verdad, evitando la falsificación de información, cambiando de correcto a incorrecto el uso de datos falsos, plagio o la manipulación de resultados a favor personal o de terceros. Estas prácticas, conllevan a la comunidad científica a dañar a la ciencia y a científicos. La investigación científica muchas veces actúa sobre personas humanas para demostrar algo a la sociedad. Pero ¿qué sucede con los seres humanos que son sujetos de investigación? Al proporcionar información a individuos “investigadores”, corren mayor riesgo de ser explotados por su condición social y cultural, por ello deben ser protegidos.

En conclusión, la ética investigativa debe primar, al estar vinculada con los procesos de la buena práctica del investigador.

Roberto Camana-Fiallos