¿Ecuador, Estado fallido?

En la justicia pululan en su atmósfera interpretaciones sesgadas desde el Cogep hasta el COIP, para dilatar la misión sacrosanta de crear derecho, que es el propósito lógico de los juzgadores

Hay demasiadas razones para pensar que Ecuador se está transformando en un Estado fallido: el desequilibrio de poderes, la corrupción, la inseguridad, una justicia fraccionada. Y así...

El Ejecutivo tiene gente de la oposición a su servicio. No sería malo. Lo peor es que estas personas obedecen el guion correísta, destinado en exclusiva a garantizar la impunidad. Ahí, en la Asamblea, la nueva mayoría cumple con los detalles tácticos de este guion, con la anuencia de socialcristianos, y otros grupos de la socialdemocracia. No cumplir las sentencias penales es ahora el fin mismo de las decisiones políticas. O encontrar una manera para no hacerlo. Ahí hasta colabora, sin quererlo se espera, la Corte Constitucional. Y se expande el eco de la corrupción a todo, como un virus chino que todo contamina.

La libertad ambulatoria de los delincuentes contrasta con la libertad personal de sus dirigentes desde la cárcel. Hasta individuos sin principios ni valores hacen su fiesta delinquiendo. La inseguridad conspira con la prosperidad, que es un derecho de la población. El Gobierno debe controlar lo uno para que lo otro funcione.

En la justicia pululan en su atmósfera interpretaciones sesgadas desde el Cogep hasta el COIP, para dilatar la misión sacrosanta de crear derecho, que es el propósito lógico de los juzgadores.

Dr. Francisco Bayancela González