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No culpen a justos por pecadores

Se está haciendo una mala costumbre llamar subversivos a jóvenes que protestan en las calles contra este Gobierno, culpable de todos los males que agobian a la República. Sin embargo, ¿existe algún preso entre los vándalos que quemaron la Contraloría? ¡Eso no ha ocurrido nunca! Felizmente ya falta poco para que se vayan los mediocres que asaltaron el poder. Que no regresen más a burlarse del pueblo. Nuestros jóvenes tienen todo el derecho en señalar a los vende patria, que llenaron primero sus faltriqueras y luego huyeron a otros países, de donde nadie ha podido traerlos presos todavía. Nuestros jóvenes deben seguir apoyando a los gobiernos municipales de Quito y Guayaquil, poniendo empeño en conseguir las vacunas que “no pudo” comprar a tiempo el Estado. Evitemos más fallecimientos, que los pobres no sean enterrados en fosas comunes. Denuncien a los inventores del engaño, la mentira y el sobreprecio. Muevan el entusiasmo de la AME y que los asambleístas nacionales busquen sentar en el banquillo de los acusados al fugado ministro de Salud y al exsecretario general de la Presidencia de la República quienes, al parecer, serían los únicos que impedían que las universidades no puedan comercializar la vacuna. El cerco que se manejaba desde Carondelet, habla de un mal llamado acuerdo de exclusividad entre Gobierno, OMS y varias farmacéuticas, que todavía no sabemos quiénes son. El país necesita un baño de verdad.

Emilio Ruiz O.