Cartas de lectores

Clamores de la democracia

La democracia es un sistema que funciona bien si las autoridades son preparadas y capaces. Es inentendible que se sacrifique este concepto a cuenta de defender una participación indiscriminada. No existe la posibilidad de que gente sin preparación o incapaz pueda llevar adelante tarea alguna que se le encargue. Una democracia madura elige a los mejores, a los más capacitados y experimentados, a los honrados. A la gente ponderada y equilibrada y que garantice la ejecución adecuada de sus tareas y encargos. Lamentablemente, los “adalides” de la democracia que actúan en nuestro país se ahogan y deslumbran por la participación sin filtros.

Para obtener los mejores resultados de cualquier actividad se debe exigir el cumplimiento de requisitos apropiados para cada actividad. Esto ocurre también en los empleos. Cuando se privilegia únicamente la amistad o la afinidad ideológica, se atenta contra el futuro del país. Hay ejemplos palpables de estos errores y sus resultados: Venezuela, Cuba, incluso la misma Rusia, donde los desastres y fracasos ocurridos, económicos y sociales, son un testimonio de lo que no se debe hacer. El ocultar los errores no los elimina, tarde o temprano se evidencian. En nuestro país, contratos con sobreprecio y de calidad discutible lo testimonian, casi todos ejecutados por personas sin conocimientos y sin experiencia, solo ligados por amistad o “afinidad ideológica”. Manejos inadecuados de empresas estatales claves, donde la contratación de los seguros se realizaba sin valoración de activos y se dejaba que los contratos terminen presuntamente por indolencia administrativa. La verdadera democracia clama por la calidad de las personas, por los méritos demostrados, por la preparación adecuada. Basta de tanta mediocridad e impreparación de funcionarios y autoridades, de la imposición de funcionarios que no están preparados para las labores que se les encomienda. Esto se corrige poniendo requisitos adecuados para cada puesto, transparencia en información sobre los designados.

Ing. José M. Jalil Haas